Crítica de “Back to Black”: hasta la última gota ★★ 1/2

Crítica de “Back to Black”: hasta la última gota ★★ 1/2

Directora: Sam Taylor-Johnson. Intérpretes: Marisa Abela, Ryan O’Doherty, Jack O’Connell, Lesley Manville, Eddie Marsan, Sam Buchanan, Juliet Cowan. Música: Nick Cave, Warren Ellis. Reino Unido, 2024. Duración: 90 min. Biopic.

En 2008, el público de Rock in Río la vio tambalearse desde que, ya en el escenario, dio el primer trago a una copa de vino tinto escandalosamente llena. Bebe más, le espetaban a esa pobre chica, en los huesos y llena de tatuajes, que desafinaba, que parecía a punto de caerse, que no daba más de sí. Ni su cuerpo, herido por las adicciones y los trastornos alimenticios, ni su mente, Dios sabe en qué momento se encontraba entonces sumergida. Y no era el primero ni sería el último en el que este fenómeno de la música ofrecía esa deplorable imagen de sí misma. El biopic sobre la cantante dirigido por Sam Taylor-Johnson («Cincuenta sombras de Grey», en fin) defrauda. Y no por la entregada, errabunda interpretación de Marisa Abela (incluso interpreta los legendarios temas que oímos en la película), sino porque da la impresión de ser un mero compendio sobre lo que ya sabíamos, leíamos o vimos de ella. Dulcificado, aunque parezca mentira. Porque Amy bebe y se droga, pero menos que en la realidad, y vomita después de comer, pero menos que en la realidad, y tuvo una tormentosa, tóxica relación con aquel tipo, Blake, pero menos que en la realidad, y, sin embargo, el filme refleja una relación con su padre da la impresión que mucho más estrecha de la que verdaderamente los unió. El padre, menudo personaje. Y vemos a una adolescente Winehouse que ya toma alcohol asiduamente rebelde, carismática, insobornable, hasta alcanzar el estrellato y, con él, el hundimiento completo de su vida. Murió a los 27 años por intoxicación etílica en 2011 y, aun demacrada, con los órganos achicharrados por los excesos, se fue derecha al olimpo de los dioses. Merecía algo mejor.

Lo mejor: la interpretación de Marisa Abela, tan intensa y errabunda como la cantante

Lo peor: obvia numerosos episodios en la vida de la artista mientras dulcifica otros