Cuando la cata se convierte en el ‘leitmotiv’ de un libro

Cuando la cata se convierte en el ‘leitmotiv’ de un libro

En la antigua Roma existía la figura del praegustator. Es decir, aquel esclavo cuya tarea consistía en degustar la comida y la bebida de los monarcas horas antes de ponerlas en la mesa. Se sabe que Marco Antonio vivió obsesionado con la idea de que su querida Cleopatra quería envenenarle, de ahí que no había banquete sin degustador, ni plato sin previa cata. Y ¡qué decir de Hitler! Quien montó un equipo de mujeres (en concreto, 15) destinadas a probar todo lo que luego él iba a ingerir. Nada como leer el libro de Rosella Postorino, La Catadora (Lumen 2018), para descubrir esta historia narrada desde la voz de la única superviviente de aquel grupo, Margot Wölk, la catadora del Führer.

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