Dudamel hace vibrar a Beethoven con una orquesta de jóvenes músicos

Dudamel hace vibrar a Beethoven con una orquesta de jóvenes músicos

No es habitual que un lunes por la mañana el Palau de la Música Catalana sea el escenario de un concierto excepcional. Ayer, a las doce del mediodía, planeaba en el ambiente la sensación de que se iba a vivir algo excepcional en el viejo auditorio modernista. No era para menos porque al escenario se subía Gustavo Dudamel para dirigir la Novena Sinfonía del glorioso Ludwig van Beethoven. La batuta de Dudamel dirigió a un total de 210 jóvenes músicos, entre instrumentistas y cantantes, participantes en proyectos sociomusicales y educativos de nueve países. Fue el momento más importante de la iniciativa Chords of Harmony, una iniciativa promovida por la LA Phil, YOLA, la Fundación Acción Social por la Música, el Palau de la Música Catalana, ESMUC y el Gran Teatre del Liceu.

Los acordes de la más célebre de las sinfonías de Beethoven, el himno por la paz más celebrado de todos los tiempos, fue interpretado por una orquesta formada por intérpretes de varias formaciones de todo el mundo, como la Orquesta Juvenil de Los Ángeles, la YOLA, del Coro de Manos Blancas, de Venezuela, integrado por jóvenes con diversidad funcional, y de los coros catalanes de Palau Vincles, el proyecto social del Palau, la Fundació Xamfrà, vinculada al Raval, y la Escuela Superior de Música de Cataluña. Una propuesta solidaria que dio una emocionante dimensión a la partitura del compositor alemán y que fue aplaudida por el entregado público que llenó el Palau con nada disimulada emoción. Esta misma emoción se percibió en el mismo Gustavo Dudamel que hizo que dieran lo mejor de sí los jóvenes músicos que tocaron en la mañana de ayer.

Antes de poder escuchar a la orquesta, dos de sus integrantes se dirigieron a los presentes para agradecer el poder participar en tan excepcional concierto y compartir con el maestro venezolano música, además de recordar que «con nuestras historias, culturas y patrimonio llegamos más lejos».

Cuando Dudamel entró en el escenario y se situó en la tarima, señaló a su orquesta el busto de Beethoven para recordar que también estábamos allí por él y por el 200 aniversario del estreno de la «Oda a la Alegría» que ayer pudimos escuchar cantada en español en la versión de Amado Regueiro Rodríguez que popularizaron Waldo de los Ríos y Miguel Ríos.

El público respondió con una calurosa ovación para un concierto único en una mañana irrepetible en el Palau.