Educación envía instrucciones para adecuar los proyectos lingüísticos a la nueva ley

Educación envía instrucciones para adecuar los proyectos lingüísticos a la nueva ley

La Conselleria de Educación ha enviado instrucciones a 221 centros de la Comunitat Valenciana que hasta la finalización del curso 2023-2024 tenían autorizados programas plurilingües experimentales al amparo de la Ley de plurilingüismo del Gobierno del Botànic, para adecuar esos programas a la nueva Ley de Libertad Educativa.

Según un comunicado de la Conselleria, hasta el curso 2023-2024 estos centros tenían programas experimentales de inmersión lingüística en valenciano. La nueva ley establece que todos los centros deben garantizar al menos un 25 % en las dos lenguas cooficiales.

En todos esos programas al amparo de la Ley de plurilingüismo del Botànic “los centros tenían autorizados sistemas de inmersión lingüística en valenciano en los que se posponía la presencia del castellano como lengua vehicular hasta la Educación Primaria”.

“En la mayor parte de los centros la inmersión era hasta del 90 por ciento en valenciano y 10 por ciento inglés, sin horas de castellano”, según la nota de la Conselleria.

La Ley de Libertad Educativa, aprobada en junio de este año, establece en su calendario de implantación que los programas experimentales que hubiesen sido autorizados en virtud de la ley de plurilingüismo “quedarán sin efecto desde el inicio del curso escolar 2024-2025”.

Asimismo, dicha ley indica que los centros docentes que tuvieran un programa experimental autorizado hasta la finalización del curso escolar 2023-2024 “deberán garantizar, a partir del curso 2024-2025, la impartición de un mínimo del 25 por ciento del tiempo lectivo en cada una de las dos lenguas cooficiales en la Comunitat Valenciana”.

En las instrucciones enviadas por la Conselleria se procede a adecuar los proyectos lingüísticos de los 221 centros relacionados en las mismas, “de forma que se garantice la presencia mínima de un 25 % del tiempo lectivo en valenciano y castellano, tal y como establece la propia ley, así como la jurisprudencia consolidada”.

Además, “en tanto la lengua base de los anteriores programas experimentales era el valenciano, en las instrucciones se otorga un mayor peso a dicha lengua, en consonancia con la voluntad del legislador de respetar la voluntad de las familias en cuanto a la elección de lengua base”.

Por último, en la adecuación de los Proyectos Lingüísticos de Centro se mantiene la proporción del tiempo lectivo a vehicular en inglés, sin sobrepasar un máximo del 25 %. No obstante, las instrucciones ofrecen a los centros la posibilidad de solicitar “vehicular en inglés más tiempo lectivo, tal y como prevé la Ley de Libertad Educativa”.

STEPV: “Comienza la caza de brujas e la enseñanza en valenciano”

El sindicato de trabajadores de a enseñanza STEPV intuye, tras conocer el paso dado por el Gobierno valenciano, que ahora “empezará una caza de brujas a la enseñanza en valenciano”.

Ante la medida de Educación de remitir a los centros las instrucciones para adaptar los programas a la nueva ley, el sindicato ha animado a los 221 centros afectados a no cumplir la instrucción “a dos días del inicio de las vacaciones de agosto”.

Según considera STEPV en una nota de prensa, la Conselleria “se ha dado prisa” en aplicar la ley “a dos días del inicio de las vacaciones de agosto” y “complica así de nuevo la vida en los centros” educativos que han de “rehacer de prisa y corriendo sus programes lingüísticos si no quieren trabajar en agosto”.

A su juicio, a tenor de la nueva ley, resulta “evidente” que a la Conselleria “le molesta mucho” que la comunidad educativa de estos centros haya acordado más enseñanza en valenciano, la “lengua propia de los valencianos que pretenden sustituir por el castellano e inglés, contraviniendo el Estatut d’Autonomia, la Llei d’Ús i Ensenyament del Valencià y hasta la Constitución española”.

“De esta manera comienza la caza de brujas contra la enseñanza en valenciano y contra los acuerdos democráticos y consensuados de la comunidad educativa de estos centros, y les obliga a adaptarse antes de que comience el próximo curso en septiembre, añadiendo más presión a los equipos directivos a las puertas de sus merecidas vacaciones”.

A los centros afectados, STEPV aconseja “mostrar rechazo ante esta imposición” y convocar, a partir de septiembre, el claustro y el consejo del centro para tratar la cuestión, al tiempo que “negarse a cumplir la instrucción, porque no hay tiempo suficiente para a rehacer el proyecto lingüístico del centro durante lo que queda del mes de julio”.

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