San Mamés volvió a vivir una de sus noches mágicas en Europa, con la victoria del Athletic, muy trabajada y conseguida en el último tercio del partido, con la aparición estelar de Nico Williams, autor de la asistencia a su hermano para abrir el marcador, y de la jugada individual, con disparo incluido, que acabón en el tanto de Sancet para tranquilidad de la parroquia rojiblanca, de nuevo fiel a sus colores.
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