El eterno idilio de Buenos Aires y el tango: la permanente dialéctica entre la seducción y la nostalgia

El eterno idilio de Buenos Aires y el tango: la permanente dialéctica entre la seducción y la nostalgia

No es fácil no ser de ninguna parte, pero el tango es un género rioplatense y fruto de los flujos migratorios. Buenos Aires pasó de ser una gran aldea de menos de 200.000 habitantes en 1870 a convertirse en una de las ciudades más grandes del mundo en 1914, con más de 1.500.000. El tango tiene su origen en la emigración afro que se instaló en Buenos Aires y Montevideo. A finales del siglo XIX, la llegada de italianos y españoles se sumaron al gaucho, personaje típico del interior que llegó a la capital argentina con la guitarra. Era una danza practicada entre hombres, copiando pasos de comunidades afro. Un baile orillero nacido en los márgenes. La palabra llegará después, será un halago para el baile. Con el tiempo, a la vez que la música y la coreografía, la letra irá evolucionando. Los primeros instrumentos fueron el combo, la guitarra y el piano. El bandoneón se incorporó muchos años después. Vino de Alemania (donde se usaba en procesiones religiosas).

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