Asegurada en la cancha su participación en la próxima edición de la Liga de Campeones, el Girona trabaja ahora en los despachos para cumplir con los requisitos exigidos por la UEFA y poder debutar en la máxima competición de Europa. El club ya obtuvo el permiso para jugar su estadio de Montilivi, después de comprometerse a adecuar las instalaciones a la normativa, una reforma que limitará el aforo de 14.000 a 9.000 espectadores. La segunda condición exige que el Girona y el Manchester City documenten la regla de multipropiedad para eliminar un potencial conflicto de intereses en la Champions.