El plan y el peón de Puigdemont ya están listos

El plan y el peón de Puigdemont ya están listos

Josep Rull tiene un papelón por delante. El presidente del Parlamento catalán fue elegido, con el beneplácito de ERC, para que cumpla con una misión casi imposible. Es la «mano» del ex presidente de la Generalitat y se espera que suspenda el Pleno de investidura de Salvador Illa si se detiene a Carles Puigdemont o que ni llegue a convocarlo por la misma razón. Desde Junts explican que se puede producir un choque entre el derecho de Puigdemont como diputado electo a participar en el Pleno y las consecuencias de la orden de busca y captura del juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena. En medios jurídicos advierten que el dispositivo para detener al ex presidente está preparado.

Rull, el peón de Puigdemont, por muy presidente del Parlamento que sea, no puede evitar que se convoque la sesión de investidura, y tampoco puede tomar la decisión de suspenderla de manera indefinida. Está entre la espada y la pared, porque su partido espera de él que ayude al objetivo de convocar una nuevas elecciones y a que tengan sentido las movilizaciones que se preparan para esta semana en favor del expresidente. Las fechas, principios de agosto, no ayudan, y desde ERC pronostican el pinchazo de estas convocatorias, aunque dudan más a la hora de pronunciarse no oficialmente sobre las consecuencias de la posible detención de Puigdemont. Nunca como ahora el independentismo ha visto tan cerca su detención y que sea llevado a declarar ante Llarena.

La «operación desembarco» parece que está ya lista, y para «calentar» motores los CDR están convocados a protestar desde este mismo lunes. ERC calla, con una dirección encadenada a un pacto del que creen que depende su supervivencia política. Las encuestas les auguran un peor resultado si hay repetición electoral del que tienen en estos momentos, aunque podrían sumar si fueran aliados, de alguna manera, con Junts, mientras que la izquierda sí que se quedaría fuera del Gobierno, según estos sondeos.

El PSC está galanteando a ERC para que no se deje seducir por Junts en la «operación desembarco» con el argumento de que ya se garantizó que Puigdemont pudiera votar a distancia de forma telemática, pero no se puede negar que desde las tripas de los republicanos son muchos los que creen que una detención de Puigdemont les obligaría a anteponer el corporativismo independentista sobre todo lo demás En medio de todo este lío, el peón debe andarse con cuidado de no caer en una prevaricación.

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