El veto del Gobierno a Magyar Vagon deja expedito el camino para Skoda en Talgo, que necesita más capacidad productiva con urgencia

El veto del Gobierno a Magyar Vagon deja expedito el camino para Skoda en Talgo, que necesita más capacidad productiva con urgencia

Muerta la vía de Magyar Vagon en Talgo tras el veto del Gobierno a su OPA por cuestiones de seguridad nacional, el fabricante español de trenes deberá buscar una alternativa para reforzar su estructura. Con su cartera de pedidos a rebosar -más de 4.000 millones, en máximos históricos y la opción real de duplicarlos en el medio plazo, según la propia empresa-, la compañía necesita incrementar su capacidad productiva para atender a los contratos que ya tiene y pujar por otros nuevos. Una necesidad que han puesto de relieve los sindicatos y el propio ministro de Transportes, Óscar Puente.

También, como exponen otros analistas como José Manuel Durbá, porque la compañía necesita recursos para seguir invirtiendo en investigación de alta velocidad, uno de los principales vectores de su negocio.

Sobre la mesa, la única propuesta alternativa a la de Magyar que queda es la de la checa Skoda Transportation -que nada tiene que ver con la marca automovilística- toda vez que el interés mostrado por un alto cargo del Ejecutivo polaco en julio no ha ido a más. La opción de Skoda estaba hasta ahora bloqueada en los términos propuestos por la compañía. Pero el veto del Gobierno al consorcio húngaro cambia el escenario de la misma.

Consolidación

Skoda presentó a Talgo una oferta para una combinación de negocios e integración industrial que, en ningún caso, comportaba oferta económica alguna. Una propuesta que la dirección del fabricante español rechazó porque, según argumentó, con la OPA de Magyar en la mesa, no era el momento adecuado para explorar otras posibles alternativas distintas a “una OPA competitiva que garantice los recursos financieros e industriales que permitan a Talgo hacer frente a sus retos presentes y futuros”.

A la negativa de la compañía española se sumaba el hecho de que, en términos legales, y una vez que una mayoría del capital de Talgo estaba dispuesto a vender sus acciones al consorcio húngaro, Skoda estaba obligada a lanzar una contraopa que mejorase la de Magyar si quería hacerse con el fabricante español de trenes.

Sin embargo, ahora, como explican fuentes del mercado, y a la espera de ver qué ocurre con las posibles alegaciones que pueda presentar la firma húngara, ya no habría OPA en vigor con la que Skoda tuviera que competir, lo que le allana el camino hacia su integración con Talgo.

Accionistas de Talgo

Una posible combinación de negocios impediría sin embargo salir de Talgo a Pegaso Transportation International, que con un 40,03% del capital es el accionista mayoritario. Todos los integrantes de este conglomerado, el fondo de origen británico Trilantic, la familia Oriol (descendientes de los fundadores) y Torreal, la sociedad de Juan Abelló; quieren salir de Talgo. Las fuentes no descartan que se les pudiera buscar una salida desde el Gobierno a través, por ejemplo, de la Sepi, usada recientemente para contrarrestar la llegada de la saudí STC a Telefónica.

La compañía checa cuenta con la ventaja de que, a diferencia de Magyar, sí tiene las bendiciones del Gobierno, que, como esgrimen la mismas fuentes, cuenta además con un poderoso argumento para presionar a Talgo: las reclamaciones de Renfe.

[[QUOTE:PULL|||Renfe reclama a Talgo más de 165 millones que podrían servir como elemento de presión para la operación]]

La operadora pública ferroviaria española ha reclamado al fabricante 166 millones de euros por el retraso de más de dos años en la entrega de los trenes de alta velocidad Avril. En un primer momento, le exigió 116 millones de euros a los que, con posterioridad, concretamente en marzo, en plena ofensiva del Gobierno contra la OPA de Magyar, añadió otros 50 en concepto de lucro cesante por el negocio que no había podido hacer al carecer de los trenes. La fuentes consultadas no descartan que el Ejecutivo pueda usar estas reclamaciones como moneda de cambio para facilitar la vía Skoda. Aunque cierto es que las cuentas de Renfe no anda tampoco sobradas tras entrar en pérdidas por la presión de la competencia en la alta velocidad.

Para llevar a cabo sus planes, a Skoda, en todo caso, le haría falta el apoyo financiero externo, según aseguran las fuentes consultadas. Entre los favoritos del Ejecutivo a este respecto están Criteria Caixa, el “holding” inversor de Fundación La Caixa al que el Ejecutivo tanteó para armar una contraopa que enfrentar a la de Magyar; y la compañía de defensa Escribano, presente en Indra, en la que el Estado está presente a través de la Sepi con un 28% de su capital.

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