Tras meditar durante cinco días si los españoles merecíamos que nos siguiera gobernando, el presidente se ve con ganas de seguir hasta 2031: qué reparador puede ser un puente. Aquellos que pensaban que Pedro Sánchez vivía una verdadera crisis ahora tienen razones para sospechar una maniobra cínica: ha tenido el país en vilo, ha utilizado a su esposa y al rey, e incluso ha hecho llorar a Pedro Almodóvar.