Las palabrotas forman del parte del lenguaje cotidiano en todo el mundo y reflejan la cultura y la identidad de los pueblos. El español contiene numerosas expresiones malsonantes, que utilizamos tanto para insultar o expresar enfado o frustración, como para enfatizar otra palabra e, incluso, para demostrar cariño.
Los españoles somos “insultones” por naturaleza, aunque hay muchos países que nos superan. Y es que, según un estudio llevado a cabo por Preply, los españoles decimos una media de nueve tacos al día, una cifra menor al promedio de lugares como Estados Unidos (21), Polonia (19), Reino Unido (10) o Alemania (10). Por su parte, países como Italia (9) o Brasil (7), cuya media es igual o inferior a la de España.
Ciudades donde se dicen más palabrotas
Los resultados del estudio, realizado entre 1.500 residentes de 19 provincias españolas, revelan que las zonas donde más tacos se dicen son Santa Cruz de Tenerife, Granada y La Coruña-Oleiros-Aretixo, con una media de 16, 13 y 12 palabrotas diarias. En contraste, Las Palmas, Alicante-Elche y Valencia, con 5 y 7 tacos cada día, son las áreas donde se emplean menos palabrotas. En promedio, los españoles dicen alrededor de 9 tacos al día, una cifra que, aunque considerable, es inferior a la de otros países como Estados Unidos o Polonia.
Un dato interesante es que los hombres tienden a usar palabrotas con más frecuencia (10,41 veces al día) frente a las mujeres (7,86 veces al día). Además, los jóvenes de entre 16 y 24 años son los que más tacos utilizan, con un promedio de 11,64 al día, mientras que los mayores de 55 años apenas alcanzan las 4,25 veces.
Cuándo decimos más palabrotas
El estudio también indagó en las situaciones donde se utilizan más improperios. Las reuniones con amigos, el hogar y en el coche mientras conducimos son los lugares más comunes para soltar estas palabrotas. Un 31,39% de los encuestados afirma que el uso de tacos es más frecuente en encuentros sociales, mientras que un 31, los utiliza en casa y un 16,59 % asegura que el “coche” es el lugar donde más palabrotas se dicen.
Así, los habitantes de Santa Cruz de Tenerife son los que más palabrotas dicen estando con amigos (37,50%), mientras que casi la mitad de los gaditanos usan más tacos estando en casa (44,74%). Además, el estudio señala que el 18,36% de la población de Barcelona asegura que el lugar donde más palabrotas emplea es en el trabajo.
Según las conclusiones extraídas del informe, los principales receptores de tacos son los amigos, uno mismo o nuestras parejas.
En cuanto a en qué momento cambiamos el “chip” e intentamos no usar tacos, la mayoría de los encuestados dice evitarlos cuando niños, delante del jefe o de personas mayores.
La gran mayoría de encuestados (especialmente los vallisoletanos) aseguraron evitar usar lenguaje obsceno frente a los niños (68,54 %), seguido de cerca por aquellos que prefieren no decir tacos delante del jefe (68,22 %). En tercer lugar, los datos recogidos establecen que un 59,89 % de los encuestados evita decir palabrotas frente a gente mayor.
Un dato curioso es que en San Sebastián, el 73,33% de la población evita decir tacos estando en la mesa del comedor.
El estudio también recoge quiénes son los principales instigadores del uso de palabrotas en España. En ese sentido, los datos de Preply establecen que los amigos (35,11 %), uno mismo (21,68 %) o nuestras parejas (14,08 %) son a quienes dirigimos las palabrotas.
Pese a que los españoles utilizamos palabras malsonantes de manera habitual, un 48,63 % asegura sentirse ofendido por los tacos, mientras que el 51,37% asegura no hacerlo.
La opinión entre hombres y mujeres también está muy igualada: son las mujeres las que más se ofenden ante el uso de palabrotas (52,59 %) frente a los hombres (44,16 %). En lo que a edades se refiere, los datos revelan que los jóvenes de 16 a 24 años son los más tolerantes ante el uso de palabrotas, y los mayores de 55 los que más se ofenden (58,06 %)
A Coruna-Oleiros-Arteixo (66,67 %) se posiciona como la ciudad más tolerante, y, por su parte, Sevilla (60,58 %) es la ciudad que menos tolera el uso de insultos o improperios.
