Los graves incidentes ocurridos durante el derbi entre el derbi entre Atlético de Madrid y el Real Madrid celebrado el pasado fin de semana en el Metropolitano ha vuelto a poner sobre al mesas los problemas de seguridad que genera la violencia ultra pero también ha vuelto a enfrentar a LaLiga con los sindicatos policiales.
El pasado lunes, el sindicato policial JUPOL acusaba al Atlético de Madrid de “no dejar intervenir a la Policía Nacional” ante los graves incidentes en las gradas del estadio y el lanzamiento de objetos al césped, que obligó a parar más de 15 minutos el derbi contra el Real Madrid. Además, denuncia que el club permitió la presencia de ultras del Frente Atlético, entre ellos algunos encapuchados “con simbología neonazi”.
“No se dejó intervenir a la Policía Nacional porque son unas instalaciones privadas de un evento privado como es la Liga”, aseguraba el portavoz de este sindicato, Ibón Domínguez, quien ha asegurado también que eso sucede porque “el club lo permite”. Unas palabras que no gustaron nada a Javier Tebas que negó de manera rotunda estas acusaciones y aseguró que el dispositivo de seguridad desplegado en el derbi Atlético de Madrid-Real Madrid anoche en el estadio Metropolitano “era ejemplar y que existió colaboración plena del club con la Policía Nacional”.
“Tanto el director de seguridad de LaLiga como los directores de partido allí presentes pudieron comprobar que el dispositivo de seguridad desplegado era ejemplar y que existió colaboración plena del Club con la Policía Nacional”, añadió el organismo que preside Javier Tebas.
Un alto precio
Pero ¿Cuánto cuestan estos dispositivos policiales y quién los paga? El alto coste que supone proteger a los aficionados de la violencia ultra durante los encuentros de fútbol tienen un coste nada desdeñable y, por ello, antes del inicio de la temporada los sindicatos policiales ya reclamaron que fueran asumidos por LaLiga o por los equipos y no por el Estado como ocurre hasta ahora. Esto ya ocurre parcialmente en el País Vasco, con su Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, que permite cobrar a entidades privadas, como los clubes deportivos, una tasa por la intervención de la Ertzaintza en citas de “alto riesgo”. El importe a pagar es de 31 euros por funcionario y hora, lo que se traduce en que el Athletic de Bilbao haya tenido que soportar facturas de alrededor de 13.000 euros por partido.
Según el sindicato JUPOL, el Estado gasta 15 millones de euros solo en los operativos policiales, que están formados por 150 agentes de policía en los partidos normales y hasta 400 agentes para los partidos declarados de alto riesgo. Estos dispositivos se inician antes de la propia celebración del partido con la llegada de los aficionados del equipo visitante y se alarga hasta más allá de la finalización del encuentro con la vigilancia de que no se produzcan choques entre las aficiones.
Así, un partido de Alto Riesgo, todas las semanas hay alguno, supondrían 400 agentes trabajando durante seis horas para ese partido, lo que tendría un coste de 74.400 euros, según recoge Relevo. Un partido especial, una final de la Champions, por ejemplo, donde participe un equipo español supondría la movilización de unos 700 agentes para controlar el buen transcurrir de la afición viendo el partido en las pantallas gigantes, la posterior celebración en caso de que el equipo español gane y la espera hasta que el equipo se traslada a la ciudad española para disfrutar con su afición. Podríamos estar hablando de un servicio de 12 horas como sucedió en la última final que ganó el Real Madrid. Esto supondría un coste aproximado de de 260.400 euros.
Lo mismo ocurre con otras competiciones como la Copa del Rey. La pasada temporada para la final disputada entre el Athletic Club y el R. C. D. Mallorca.se desplazaron a hasta Sevilla a 1.511 agentes de la Policía Nacional de diversas unidades. Un dispositivo policial que se en la previa y que se prolongó hasta varias horas después de la celebración del partido, con un coste para las arcas públicas cercano a los 300.000 euros.
