Francia retrasa las interconexiones con España

Francia retrasa las interconexiones con España

Francia, la vía principal para exportar energía, lleva la delantera en un pulso por asegurarse una posición dominante en el mercado energético continental. Para empezar, sus planes de inversión en redes eléctricas casi triplican la máxima que se permite en España, lo que ofrece ventajas competitivas al país vecino en la captación de los deseados centros de datos, por ejemplo.

El interés francés en acelerar las interconexiones es más que dudoso. No las necesita para garantizarse su seguridad energética gracias a su ingente producción nuclear y a la expansión renovable. El interés inversor de Francia va más allá y radica en establecer una posición eléctrica tan favorable que haga imposible que ningún país vecino pueda competir con precios y garantía de suministro, atrayendo así industrias de todo tipo.

En Francia, el crecimiento de la demanda industrial y de centros de datos para el periodo comprendido entre 2035 y 2040 se estima en unos 20 gigavatios, lo que representa un crecimiento del 25% de la demanda punta francesa (84 GW en 2023).

En España, en cambio, se han denegado solicitudes de los distribuidores para adaptar la red de transporte a la conexión por 6 GW de nueva demanda industrial y de centros de datos; 6 GW de solicitudes que suponían un aumento del 15% de la demanda máxima (38 GW).

España acaba de finalizar el proceso de revisión de la Planificación Eléctrica que afecta a las inversiones en la red de Transporte que gestiona Red Eléctrica. Esta revisión previa a la nueva Planificación que se tiene que aprobar para el próximo período 2025-2030, suponía una oportunidad para incrementar la capacidad de la red eléctrica facilitando la conexión de nueva demanda asociada a proyectos de descarbonización de la industria, así como la instalación de centros de proceso de datos, una de las grandes oportunidades económicas para las regiones que disponen de ingente generación renovable.

Esta revisión de la planificación contaba con casi 1.000 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para la financiación de nueva capacidad de conexión. Sin embargo, el Gobierno ha decidido utilizar únicamente 500 millones para financiar principalmente proyectos de conexión de nueva generación, con apenas hueco para nueva demanda. Todas las solicitudes de incremento de capacidad de acceso realizadas por los distribuidores para conexión de nueva demanda en sus redes han quedado relegadas a la nueva Planificación que, como pronto, empezará a ejecutarse en 2025.

Esto supone un nuevo retraso en los planes de la industria para su descarbonización, así como un varapalo a las expectativas para el establecimiento de centros datos en España, que buscan ya otras localizaciones más beneficiosas.

Mientras, el resto de las economías europeas que compiten con España para la atracción de inversiones asociadas a la electrificación y descarbonización aceleran. En Francia, el operador de red de transporte RTE acaba de someter a consulta los estudios previos al Plan Decenal de Desarrollo de Red (SDDR por sus siglas en francés), que abarcará el periodo 2035-2040. El objetivo es identificar las perspectivas de cambio de generación y demanda (escenarios) y proponer cambios en la política de inversiones en redes (trayectoria prioritaria de inversiones), aunque todavía no constituye una planificación detallada de inversiones que se elaborará posteriormente por RTE.