Fuera la caldera, bienvenida la bomba de calor

Fuera la caldera, bienvenida la bomba de calor

El Teatro Real fue la primera entidad en solicitar un certificado de ahorro energético (CAE). Un sistema puesto en marcha en noviembre de 2023 por el Gobierno que permite recuperar parte de la inversión realizada en eficiencia energética a particulares y empresas y acelerar así el alcance del objetivo europeo en esta materia a 2030, que se endureció con la nueva directiva al fijar una reducción de, al menos, el 11,7% del consumo de energía (hasta los 763 millones de toneladas equivalentes de petróleo). En España, esto significa un ahorro acumulado a dicha fecha de 54.400 kilotoneladas equivalentes de petróleo (ktep), es decir, 3,4 veces más que la meta anterior.

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Decálogo

El mínimo exigido para solicitar un certificado de ahorro energético (CAE) es de 30 MWh al año. Si es inferior, puede venderlo a una instaladora acreditada y, una vez alcance la suma requerida, traspasarlo al sujeto obligado o delegado. Y solo se paga por el ahorro logrado en un año. 
La compra de los CAE, que es una transacción privada entre dos partes, será atractiva para los sujetos obligados y delegados si el coste es menor que el pago al Fondo Nacional de Eficiencia Energética. Esa equivalencia financiera, que varía, es de 182 euros/MWh en 2024. 
Sin embargo, hay excepciones. Las actuaciones realizadas en el sector de generación y transporte de energía a nivel nacional no pueden beneficiarse del sistema. “Su propio sector natural, que es generación y distribución, no entra”, aclara Mar Blazquez, del Miteco. Tampoco, desde el 1 de enero de 2024, las que se realicen en el núcleo de combustión de una fuente de energía fósil, salvo las empresas energéticamente intensivas hasta 2030. Una medida que peleó España en Bruselas para favorecer la competitividad de la industria.