Se dice que ganar un Goya revelación es un premio envenenado que condena al olvido a quienes se lo llevan a casa. Y algo parecido sucede a las estrellas planetarias procedentes de las ficciones más exitosas de Netflix. Actores y actrices prácticamente desconocidos erigidos en fenómenos de masas y relegados a un segundo plano antes de poder consagrarse en una industria tan exigente como despiadada. Cuando Netflix se cruza en el camino de estos intérpretes emergentes, protagonistas de series de éxito mundial, su vida cambia de la noche a la mañana, y esta vez la expresión debe interpretarse de la manera más literal. Un día eres un anónimo más del mundo y al siguiente tu cara ocupa lonas de varios metros de altura en ciudades de Francia, Canadá, Brasil o la India, algunos de los más de 190 países donde está presente el gigante audiovisual. Son muchos los casos de actores recién llegados que han visto cómo su incipiente carrera despegaba a lo más alto antes ni siquiera de haber comenzado a andar en la industria. Los niños de Stranger Things ejemplifican quizá uno de los fenómenos más sonados.
