Israel insiste en que nadie va a cambiar sus planes para la guerra en Gaza pero, al mismo tiempo, no ha querido que las diferencias surgidas con Estados Unidos en las últimas horas por la gestión de la guerra vayan a más. En medio de la polémica, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, han asegurado que se bastan como Estado para enfrentarse a la actual contienda. El presidente, Isaac Herzog, por su parte, se ha deshecho en elogios con el “mayor aliado” de Israel.