La declaración mañanera de Pedro Sánchez este lunes para anunciar su continuidad destensó el nudo nervioso que mantenía pinzada la campaña electoral en Cataluña. “Sé que la carta que les envié pudo desconcertar”, reconoció el presidente del Gobierno. El paréntesis temporal que él mismo había demandado cinco días antes añadió kilos de dudas a la incertidumbre que lleva de serie todo proceso electoral. Todos los focos que en principio estaban dispuestos para seguir la actualidad electoral catalana se quedaron anclados en lo que pudiera suceder en La Moncloa. Resuelto el enigma Sánchez, el balón regresa a la cancha catalana.