Hoy 8 de septiembre, la Iglesia celebra la fiesta de la Natividad de la Virgen María como corresponde: 9 meses después del 8 de diciembre, fiesta de su Inmaculada Concepción. La Iglesia solo conmemora tres «cumpleaños»: el de la Natividad de Jesucristo (25 de diciembre La Navidad); el de Su Madre la Virgen, y el de Su Precursor, san Juan Bautista el 25 de junio, 6 meses después de la Navidad. Como recogen los Evangelios, María, tras la Anunciación se fue «con prisas a la montaña» a visitar a su prima santa Isabel, «quien estaba embarazada de 6 meses de él». Este es el calendario litúrgico de la Iglesia, que no coincide con las fechas reales de dichos acontecimientos, aunque sí en las relaciones entre ellos -tomando como base de referencia, el día de la Navidad. De hecho, según consta en los anales de las Mariofanías de Medjugorje, la Virgen había anunciado a los videntes en su aparición del 5 de agosto de 1984 que en ese día se cumplían «2000 años de su nacimiento».
Es decir que al nacer Jesucristo en su naturaleza humana, Ella tendría 16 años (2000-1984), al ser considerada la Navidad como «el año Cero» de nuestro calendario Gregoriano vigente en gran parte del mundo. Y hoy es el 2024 de nuestra Era, que mide el tiempo como el transcurrido bien antes del nacimiento de Cristo (a.C.) o después de él (d. C). El 5 de agosto es también una fiesta profundamente Mariana, que conmemora la consagración de la Basílica de santa María la Mayor, una de las cuatro Basílicas católicas del mundo que ostentan la citada categoría de «mayores», todas ellas en Roma, siendo las otras tres, la de San Pedro en el Vaticano, san Pablo extramuros y la de san Juan de Letrán. El 5 de agosto es pues una fiesta muy mariana porque se conmemora además a la Virgen de las Nieves, muy vinculada por la tradición cristiana a la construcción de esa Basílica. Según ella, en ese día del año 352, un matrimonio romano de la aristocracia del momento, muy creyentes y solidarios con los más necesitados, tuvieron una revelación que les habría manifestado que fueran al monte Esquilino (una de las 7 colinas de Roma) y «donde vieran un terreno cubierto de nieve, construyeran un templo dedicado a la Stma. Virgen». En Roma no suele nevar (y en agosto menos), y cuando fueron allí, se encontraron ese lugar y se lo comunicaron al Papa. Ese templo fue reconstruido el 434, y es la actual Basílica de Santa María la Mayor.
