La nueva técnica para adelgazar que elimina el hambre y dura más que Ozempic

La nueva técnica para adelgazar que elimina el hambre y dura más que Ozempic

Una nueva técnica experimental para adelgazar aparece en el horizonte. Se trata de un innovador procedimiento que se realiza sin necesidad de cirugía. La revolución está en que es capaz de «silenciar» las hormonas del hambre y su efecto dura más que el de Ozempic, según sus descubridores. Un avance que podría cambiar las reglas del juego en el tratamiento de la obesidad y la pérdida de peso.

En el primer ensayo clínico en humanos, 10 mujeres de unos 38 años de media lograron perder hasta 10 kilos en sólo seis meses, según los resultados de este prometedor tratamiento. No solo eso: la técnica redujo la capacidad del estómago en un 42% y disminuyó un 30% la sensación de hambre. Algunas pacientes informaron incluso de un cambio en sus preferencias alimentarias tras la intervención. Afirmaron que el antojo de chocolate había cambiado por un nuevo deseo de comer ensaladas y verduras.

«Las pacientes tenían menos hambre y un mayor control de los antojos. En general, describieron que su relación con la comida había cambiado», celebró Christopher McGowan, inventor de la técnica, en una rueda de prensa que tuvo lugar el pasado 8 de mayo. Su investigación se presentará en el marco de la importante reunión anual de expertos Digestive Disease Week 2024, del 19 al 21 de mayo.

El Dr. McGowan es gastroenterólogo y director médico de True You Weight Loss, una clínica situada en Carolina del Norte (Estados Unidos). Allí se descubrió y se probó esta novedosa técnica endoscópica en mujeres adultas. En esencia, la operación consiste en extirpar (quemar) el revestimiento del estómago para reducir la producción de grelina, la hormona que provoca el apetito. Esto la hace menos invasiva que otras intervenciones quirúrgicas de adelgazamiento, como el bypass o la manga gástrica.

«Se trata de un procedimiento relativamente breve, ambulatorio y no quirúrgico puede facilitar la pérdida de peso y frenar significativamente el hambre, y podría ser una opción adicional para los pacientes que no quieren o no son elegibles para recibir medicamentos contra la obesidad, como Wegovy y Ozempic o cirugía bariátrica», incidió.

Los investigadores se centraron en el fundus gástrico —la parte alta del estómago, con forma de cúpula— porque su mucosa contiene entre el 80% y el 90% de las células que producen grelina. Según McGowan, cuando una persona hace dieta o adelgaza, aumentan sus niveles de grelina, lo que la hace más hambrienta e impide una pérdida de peso sostenida.

Hasta ahora, la única forma probada de reducir la grelina era extirpar quirúrgicamente el fondo gástrico, algo que ya se practica. Por otro lado, los medicamentos para adelgazar como Wegovy, Mounjaro y Ozempic se dirigen a otra hormona similar para disminuir el apetito; son agonistas del péptido GLP-1. «Lo que hemos aprendido de los medicamentos con GLP-1 es que reducen profundamente el hambre», afirma McGowan.

«Eso es lo que los pacientes describen con bastante frecuencia: que realmente cambia su vida y su calidad de vida. Eso es muy, muy importante», subraya. Por eso, buscó una vía hormonal alternativa. De hecho, indica que su técnica por endoscopia tiene efectos más duraderos que el exitoso fármaco adelgazante Ozempic.

Brooke Nelson adelgazó 18 kilos con la nueva técnica

El ensayo de seis meses en el que participaron 10 pacientes femeninas con obesidad dio como resultado una pérdida de peso corporal de hasta el 8% un año después del procedimiento y una reducción de más del 40% en los niveles de grelina en ayunas. Las pacientes informaron a través de cuestionarios validados que su hambre disminuyó en más de un tercio.

Previamente, los médicos llevaron a cabo este procedimiento experimental. A través de él se inserta una cámara en el estómago, se inyecta líquido en la zona para proteger los tejidos y se quema la capa superior del revestimiento estomacal, donde se produce la hormona del hambre.

Brooke Nelson fue una de las 10 personas que se sometieron al procedimiento mínimamente invasivo. Admitió ante los medios que había pasado de pesar 209 libras (94,8 kilos) a 183 libras (83 kilos) en tan solo seis meses, perdiendo casi 18 kilos.

Tras la intervención, también comentó que sus preferencias alimentarias habían cambiado. «El deseo constante de comer ha disminuido drásticamente», contó. «Todavía hay momentos en los que me apetece una galleta de chocolate, pero hay muchos más momentos en los que me apetece algo verde», manifestó.

¿El futuro de los tratamientos para adelgazar?

El Dr. McGowan, explica que actualmente no existen fármacos para reducir la hormona del hambre grelina. Si el procedimiento se generaliza, será una alternativa no quirúrgica a la cirugía de manga gástrica o bypass. Además, afirma que el hecho de que los pacientes mantuvieran la pérdida de peso y la disminución del apetito un año después de la intervención indica un posible beneficio por encima de la toma de Wegovy y Ozempic.

Según McGowan, se cree que estos fármacos sólo funcionan mientras la persona los toma, y muchas personas que dejan de tomarlos al cabo de un tiempo afirman haber recuperado el peso perdido. Por ello, se están realizando estudios sobre los efectos a largo plazo de los fármacos, por ejemplo si una persona tendría que tomarlos indefinidamente.

En la actualidad, el médico espera que el éxito de su procedimiento experimental se traduzca en su aprobación por parte de la FDA (el equivalente americano a la Agencia del Medicamento), lo que «podría ayudar a millones de personas que no pueden acceder a medicamentos contra la obesidad como Ozempic y Wegovy», subraya. Asimismo «hay una diferencia entre tomar una medicación a largo plazo, que requiere una inyección cada semana, frente a una intervención única que se prolonga en el tiempo».

«Todos conocemos la epidemia de la obesidad, que afecta a casi uno de cada dos adultos, y el profundo impacto que tiene en la salud de los pacientes, su calidad de vida y el sistema sanitario», desarrolla. «Está claro que necesitamos todas las herramientas posibles para combatirla, porque sabemos que la obesidad no es una cuestión de fuerza de voluntad. Es una enfermedad».

La ablación del fondo gástrico «puede representar, y francamente debería representar, una opción de tratamiento», añade. Aún no está claro si sería un procedimiento independiente o se utilizaría en combinación con otra intervención endoscópica de control de peso, cirugía bariátrica o medicación. «La manga endoscópica, que es un procedimiento de reducción de estómago, es muy eficaz, pero no disminuye el hambre». expresa McGowan. Combinarla con la ablación puede ser «lo mejor de ambos mundos».

Por el momento, habrá que repetir este procedimiento en más pacientes antes de que la FDA lo apruebe como una forma segura y eficaz de tratar la obesidad. Se sabe poco sobre la seguridad a largo plazo o sobre si habrá que repetir la intervención varias veces para mantener la pérdida de peso. En palabras del Dr. McGowan: «Esto es sólo el principio. La primera pregunta era si podemos reducir el hambre y la grelina por vía endoscópica. La respuesta es sí, podemos».

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