Si te cuesta hacer ejercicio, existe la posibilidad de que se deba a una oxigenación deficiente. Sucede que, cuando salimos a correr o hacemos bici en el gimnasio, nos preocupan más las pulsaciones que alcanzamos que la respiración; pero ambas variables son importantes. Y es que, al realizar ejercicio, los músculos trabajan de manera mucho más intensa y consumen más oxígeno. La frecuencia pasa de 15 respiraciones por minuto en reposo a unas 40-60 en plena actividad. Como consecuencia debe aumentar la cantidad de aire que entra, que pasa de 12 a 100 litros.
Lo que sucede es que hay muchas personas que no tienen esa capacidad respiratoria. Eso genera falta de aire y, por lo tanto, se cansan antes de hacer ejercicio. Su capacidad se reduce; e incluso les cuesta más realizar actividades físicas cotidianas. Hay diferentes causas por las que una persona puede sentir que no respira bien, especialmente al practicar deporte. Para dilucidar qué se esconde detrás, debe consultar con su proveedor de atención médica para que le sometan a las pruebas pertinentes y poder descartar los motivos más graves. Uno de ellos puede ser un problema cardiovascular.
En esta línea, aparece un estudio que afirma haber logrado que el ejercicio sea más fácil para un grupo de personas con una cardiopatía común que tomaron un fármaco en fase de investigación. A través de un ensayo clínico internacional, la píldora hizo que pudieran utilizar mucho más oxígeno al practicar actividad física, mejorando el tiempo que pudieron tolerarlo. El hallazgo se publica en la revista New England Journal of Medicine y también se ha presentado hoy en la reunión sobre Insuficiencia Cardíaca 2024 de la Sociedad Europea de Cardiología, celebrada en Lisboa (Portugal).
Las 282 personas adultas que participaron en este importante ensayo que evalúa el fármaco experimental aficamten (desarrollado por Cytokinetics) tenían miocardiopatía hipertrófica obstructiva (MCH), una cardiopatía muy común. Esta condición afecta a 1 de cada 250 personas, según la Fundación Española del Corazón. Su característica principal es la presencia de un engrosamiento anormal del músculo cardiaco. Esto puede provocar falta de aire, dolor en el pecho o palpitaciones. También reduce la capacidad de hacer ejercicio.
«Al disponer de más oxígeno durante el ejercicio, los pacientes con miocardiopatía hipertrófica obstructiva pueden caminar con más facilidad, realizar las tareas domésticas y otras tareas cotidianas», afirma el cardiólogo Ahmad Masri, coautor del artículo y director del Centro de Miocardiopatía Hipertrófica del Instituto Cardiovascular Knight de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón (Estados Unidos).
Prometedor para mejorar la capacidad de realizar ejercicio en MCH
«Los resultados de nuestros últimos ensayos clínicos sugieren que aficamten es un tratamiento prometedor para la MCH», celebra Masri. Aproximadamente la mitad de los participantes en el ensayo recibieron el fármaco experimental, mientras que la otra mitad tomó un placebo. Los científicos midieron los niveles de oxígeno de los participantes mientras utilizaban cintas de correr o bicicletas. Los que tomaron aficamten tuvieron un aumento significativo de su consumo máximo de oxígeno: 1,7 mililitros por kilogramo por minuto más que los del grupo de control.
Un aumento del consumo máximo de oxígeno puede mejorar la capacidad del paciente para realizar actividad física, mientras que una reducción del consumo de oxígeno puede aumentar el riesgo de sufrir insuficiencia cardiaca, necesitar un trasplante de corazón y morir.
Por el momento, las opciones de tratamiento farmacológico de la MCH que existen son efectivas para paliar los síntomas, aunque conllevan varios efectos secundarios. Por ello, requieren un seguimiento intensivo de los pacientes. De ahí que se exploren nuevas opciones de tratamiento para la miocardía hipertrófica obstructiva.
«Es un momento apasionante para el tratamiento de la MCH», afirma Masri. «Aunque seguimos ofreciendo terapias quirúrgicas y de procedimiento tradicionales para la MCH, ahora también podemos ofrecer a los pacientes otras opciones de tratamiento: terapias que han sido aprobadas recientemente y terapias en investigación que están disponibles participando en ensayos clínicos», concluye.
