La presidencia eslovaca promueve un gran gesto de unidad para rebajar la tensión tras el intento de asesinato de Robert Fico

La presidencia eslovaca promueve un gran gesto de unidad para rebajar la tensión tras el intento de asesinato de Robert Fico

Dos días después del intento de asesinato del primer ministro eslovaco, Robert Fico, la sensación en Eslovaquia es que la situación es tan frágil que puede deslizarse en cualquier momento hacia la violencia. Lo piensan ciudadanos anónimos de Bratislava, lo teorizan politólogos y lo expresan personalidades como el presidente electo, Peter Pellegrini. Junto con la presidenta saliente, su rival Zuzana Caputová, la jefatura del Estado promueve un gran gesto de unidad política que rebaje la tensión social y el odio tras el magnicidio frustrado.

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