La Reina Sofía ha tomado el relevo en París, siendo la
representante de la Familia Real en los Juegos Olímpicos 2024, en apoyo al Comité
Olímpico Español. Lo hace ante la ausencia de los Reyes Felipe y Letizia, y
sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, que se encuentran en este
momento en un punto indeterminado del mapa. Después de una atípica y corta
estancia en Palma, sin posado oficial ni otras tradiciones en torno a Marivent, se han embarcado en sus vacaciones privadas a un destino no comunicado. Eso sí, los rumores apuntan a que se han instalado en la costa griega. Desde
Casa Real no se informa sobre el lugar en el que están confiando sus días de
asueto, al formar parte de su agenda privada. La oficial está vacía hasta el
próximo 14 de agosto, cuando el Monarca debe regresar de su retiro, tras tan
solo cinco días de asueto y desconexión.
Ante la ausencia del núcleo duro de la Familia Real, ha sido Doña Sofía quien ha viajado hasta la capital gala para continuar mostrando el compromiso de la Casa con la importante cita deportiva. Ha apoyado con su presencia en la final femenina de waterpolo, que ha resultado con el oro para España. Lo ha hecho ataviada con la indumentaria oficial de la delegación patria, como así han hecho también su hijo, su nuera y sus nietas antes que ella en esta intensa semana. No obstante, la Emérita se ha mostrado algo seria, durante los momentos que ha estado presente en el encuentro. Seguramente no dudó en celebrar como se merece el triunfo olímpico, después de toda una vida luchando por conseguir el primer puesto en esta categoría.
Pero la seriedad de la Reina Sofía también podría explicarse por los problemas de salud que ha tenido estos días en Palma de Mallorca y que tanto ha dado que hablar. Durante la tradición recepción de autoridades y en el paseo improvisado con su nuera y sus nietas sufrió los estragos de la ola de calor que azota nuestro país. A sus 85 años, es normal que tuviese ciertas dificultades para moverse con los termómetros disparados. Esto provocó ríos de tinta que ponía el foco en lo innecesario de esta salida por las calles de la ciudad a primera hora de la tarde, por mucho que deseasen complacer a los medios ante un año atípico en la isla. Los Juegos Olímpicos han trastocado muchos planes en Marivent, así como la muerte de Miguel de Grecia, en cuyo funeral estuvo presente la Emérita y su hermana Irene.
Todas las cábalas apuntan a que la Reina Sofía también será
la encargada de estar en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de este
domingo 11 de agosto. Lo hará ante la comentada ausencia de los Reyes, quienes
sí estuvieron presente en la gala inaugural. De ahí la curiosa estampa entre
reinas que protagonizó Doña Letizia y que tanto juego dio en redes sociales.
Ahora le toca el turno a la Emérita, que sacrifica otros dos días de sus
vacaciones en Palma. Lo hace para disfrutar del espectáculo que ponga broche
final a los juegos y que servirá también para celebrar el palmarés de cada
país, antes de recoger los macutos y regresar a casa, para devolver la
normalidad a la capital gala.
