Manuel tenía 20 años cuando, en 1934, fue detenido en Málaga por un atraco a mano armada y otros desórdenes. En aquel entonces, la legislación todavía lo consideraba menor de edad, así que fue destinado a cumplir su condena en la escuela de reforma de Alcalá de Henares. De allí, fue trasladado al Fuerte de San Cristóbal, en la comarca de Pamplona (Navarra), uno de los baluartes de la represión franquista y donde se produjo la segunda mayor fuga de la historia de Europa, en 1938. La historia de Manuel consta en su expediente penitenciario, que finaliza en noviembre de 1936: “El último apunte es el de su muerte. Intentó fugarse del Fuerte de San Cristóbal y pone que la fuerza pública lo mató”. Quien lo cuenta es Diego Val, jefe de negociado de Coordinación de Archivística del Archivo General y Real de Navarra. Val es uno de los encargados de analizar los 39.781 expedientes de reclusos que el Ministerio de Interior acaba de transferir al Gobierno foral para su análisis y custodia. Son 480 cajas con el recorrido judicial de los reclusos que entre 1926 y 1960 pasaron parte de su condena en cinco cárceles navarras: las prisiones de partido de Estella, Tudela y Tafalla, la Prisión Provincial de Pamplona y el Fuerte de San Cristóbal.
