Las belugas ucranianas del Oceanogràfic no hablan valenciano

Las belugas ucranianas del Oceanogràfic no hablan valenciano

Plombir y Miranda, las dos ballenas belugas que fueron trasladadas del delfinario Nemo en la ciudad ucraniana de Jarkov al Oceanogràfic de Valencia, tras un arriesgado operativo internacional, se han adaptado de forma exitosa a su nuevo hogar.

Plombir, un macho de 15 años y Miranda, una hembra de 14, llegaron al Oceanogràfic de Valencia el pasado de 18 de junio y sus condiciones de salud eran delicadas tras un largo viaje desde la zona de guerra.

La evacuación de las belugas comenzó con un trayecto de 12 horas por carretera desde Járkov hasta Odesa. En Odesa, los cuidadores ucranianos se reunieron con los equipos del Oceanogràfic, de Georgia Aquarium y de SeaWorld, quienes realizaron los primeros controles veterinarios. Tras el chequeo, retomaron el viaje hasta la frontera con Moldavia.

Un avión, especialmente fletado para las belugas y en el que viajaron seis expertos internacionales en cuidado animal, completaron con éxito su traslado hasta Valencia tras cinco horas de vuelo.

Robert Gojceta, conservador de mamíferos marinos del Oceanogràfic de Valencia, y participante en primera línea en todo el proceso de evacuación de las belugas explicó a LA RAZÓN que la operación fue muy compleja desde el principio por los problemas de comunicación con los empleados del acuario de Járkov y porque se trataba de un espacio aéreo cerrado debido a la guerra.

Adaptación

Dos cuidadoras ucranianas han estado con los animales durante las primeras semanas para facilitar su adaptación. Además, un equipo de veterinarios del acuario de Valencia, junto a expertos en nutrición y comportamiento animal, ayudan a las belugas a recuperarse de las adversidades vividas en Ucrania.

Miranda, la hembra, necesitó varios días para empezar a comer, pero ambos animales evolucionan favorablemente y han comenzado a interactuar con las dos belugas valencianas, Yulka y Kylu, a través de las diferentes compuertas, como parte del proceso de adaptación.

Dos meses después de encontrar hogar en Oceanogràfic, las cuatro ballenas se comunican entre ellas, aunque todavía no comparten espacio. De estas interacciones, los cuidadores han descubierto que las belugas ucranianas y las valencianas tienen un “idioma” diferente.

Según ha informado Telecinco, los sonidos que emiten Plombir y Miranda son similares a los de los delfines, sus compañeros de piscinas en Jarkov.

Idioma diferente

Daniel García, director de operaciones zoológicas en Oceanográfic, ha explicado al canal de televisión que la diferencia de “idiomas” se ha descubierto con el uso de hidrófonos para estudiar los sonidos que emiten bajo el agua. “Nos dimos cuenta de que las belugas ucranianas tienen una forma de comunicarse que se asemeja más a la de los delfines.” Esto se debe a que han convivido con ellos mientras estaban en Ucrania”, ha asegurado.

Además, ha destacado que las belugas más jóvenes del Oceanogràfic han comenzado a imitar estos nuevos sonidos, lo que pone de manifiesto la alta capacidad de aprendizaje de estos animales.

El Oceanogràfic tiene la intención de integrar a Miranda y Plombir con Yulka y Kylu lo antes posible, ya que vivir en “familia” es esencial para su bienestar.

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