Las confesiones de Faye Dunaway: del amor de su vida, Mastroianni, que nunca dejó a su mujer por ella a sus ataques de ira en el ‘set’

Las confesiones de Faye Dunaway: del amor de su vida, Mastroianni, que nunca dejó a su mujer por ella a sus ataques de ira en el ‘set’

La noche del 28 de marzo de 1977, Faye Dunaway (Florida, 83 años) ganó su primer Oscar por Network, de Sidney Lumet. Era su tercera nominación, la primera había llegado justo 10 años antes, con Bonnie y Clyde, por la que la actriz se convirtió en estrella e icono repentino, una posición que la víspera de aquel Oscar sería ya eterna. En aquellos Oscar, el fotógrafo Terry O’Neill se le acercó, le dijo que no quería tomarle la típica imagen con la estatuilla que, por favor, se levantara a las 6 de la mañana, la esperaría en la piscina del Beverly Hills Hotel. Él ya había preparado el set: la piscina de fondo, la mesa, la silla y los periódicos con los titulares de su premio por el suelo, el desayuno y el Oscar sobre la mesa. Faye sólo necesitó 15 minutos, dispararon 12 fotos distintas, una de ellas es hoy una de las más emblemáticas de Hollywood. El descanso de la estrella. Su fama quedaría retratada para siempre ahí, pero también el vacío, la soledad que la acompaña.

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