Las últimas supervivientes del ‘peixe seco’ de Nazaré

Las últimas supervivientes del ‘peixe seco’ de Nazaré

Antes de que surfear la Gran Ola se convirtiese en seña de identidad de Nazaré (Portugal), su playa urbana ofrecía otra estampa típica: pescados abiertos expuestos al sol sobre paneles rectangulares hechos con madera y redes de pesca, que son alineados trazando calles sobre la arena: el estendal. Jureles, lubinas, corvinas, rayas, cazones o sardinas son abiertos en canal, tras pasar por salazón y extendidos al sol como un mantel. El pescado pierde volumen y se aplana como si fuese una fotocopia de lo que fue. De ahí saldrá listo para cocinarse en guisos, arroces o ensaladas. Pero si se desea hacerlo a la manera más portuguesa, lo suyo es el peixe seco cocido acompañado de patatas con piel, aliñado con ajo picado, aceite y vinagre (o zumo de limón).

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Así es el proceso de secado

1. El pescado se prepara en recipientes de plástico y se lava con agua salada.
2. Se abre para proceder a su limpieza y evisceración. Si es pequeño, se realiza manualmente. Solo con los de mayor tamaño se utiliza un cuchillo.
3. Después de lavado, el pescado se deja en agua salada un tiempo que varía según su tamaño y que va de 10 a 15 minutos. Los peces grandes se cubren solo con sal durante un día.
4. El pescado, lavado de la sal o salmuera, se extiende en los paneles de la playa. Durante el secado, nunca se da la vuelta, salvo que se pretenda acelerar el proceso, que suele tardar entre dos y tres días.

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