Los Dalí de Juan Ramón Jiménez

Los Dalí de Juan Ramón Jiménez

En la historia cultural de los años veinte en nuestro país hay un episodio que se ha repetido hasta la saciedad y es el relacionado con la provocadora carta insultante que dos jóvenes con ganas de hacer ruido enviaron a uno de los nombres de referencia de las letras de aquel momento. Es la que Luis Buñuel y Salvador Dalí remitieron a Juan Ramón Jiménez asegurando, entre otras lindeces, que Platero era «el burro menos burro» con el que se habían topado, además de enviar «merde» al poeta de Moguer. Evidentemente Juan Ramón se sintió ofendido y se llegó a decir que pasó varios días en cama ante semejante misiva de los dos surrealistas.

Antes de que pasara todo esto, Juan Ramón confió en Dalí, probablemente pensando en él como ilustrador de alguna de sus exquisitas revistas, además de estar atento a las creaciones que el joven de Figueres realizaba en su cuarto de la Residencia de Estudiantes. Hace unos días apareció en el Centro de Estudios Juanramonianos, en Moguer, donde se conserva una parte del legado del Premio Nobel, una obra de Salvador Dalí hasta ahora desconocida. Se trata de un grabado, probablemente una prueba, que tiene como protagonista a uno de los personajes más importantes en los años de juventud de Dalí como fue Josep Puig Pujades, el dirigente catalanista del que ilustró su libro «L’oncle Vicents».

El grabado tiene una anotación a lápiz, de mano de Dalí, en la que se identifica al retratado. Muy probablemente es pareja de otra prueba de grabado que realizó en esos días de 1924, en este caso un retrato del padre del artista que se conserva entre los fondos del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid.

No es la única pieza daliniana que conservó Juan Ramón Jiménez. Hace tiempo que salió a la luz, también en la misma institución dedicada al estudio de la vida y obra del autor de «Platero y yo», otro grabado protagonizado en este caso por una pareja de marineros, un tema muy recurrente en el Dalí de mediados de los veinte y que podemos encontrar en los óleos «Venus y un marinero (Homenaje a Salvat-Papasseit)» o «Depart. “Homenaje al Noticiario Fox”», de 1925 y 1926, respectivamente.

¿Es probable que se traten de intentos por parte de Dalí de buscar colaborar en alguna de las muy selectas publicaciones que el poeta realizaba en esos tiempos? Podría ser, como tampoco es exagerado pensar que Juan Ramón Jiménez había visto algunos de los trabajos de aquel joven estudiante de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

En 1927, Juan Ramón fue uno de los promotores de la Reunión de Artistas Libres con la idea de mostrar «las manifestaciones más puras y hondas de nuestra España artística actual». En el listado de nombres propuestos, entre Picasso, Darío de Regoyos o Vázquez Díaz, el poeta añadía a Dalí. Luego todo se estropeó para siempre.