La batalla, según Isabel Díaz Ayuso, se dirime entre una Fiscalía al servicio de Pedro Sánchez y un “novio” víctima de una “cacería” política. Desde hace dos meses, la presidenta madrileña y su equipo han tratado de que el relato sobre el presunto fraude fiscal de 350.000 euros de su pareja gire en esos términos. Esa tensión volverá al primer plano este lunes a las 10.00, cuando su pareja, Alberto González Amador, está citada en los juzgados de Plaza de Castilla para declarar por primera vez ante la jueza del Juzgado número 19 de Instrucción, María Inmaculada Iglesias. Pero antes de que estallara el caso, y el nivel de decibelios, la investigación de Hacienda había seguido su curso de manera sigilosa, ordenada e implacable.