Rodrigo Corrales puso las bases de la segunda victoria de España en el torneo de balonmano de los Juegos. Los «hispanos» no consiguieron despegarse de los japoneses en la primera mitad. La selección que dirige el español Antonio Carlos Ortega, también entrenador del Barcelona, consiguió que el partido se jugara a su ritmo, muy rápido, en la primera mitad, y con mucho acierto en el lanzamiento. El 20-18 al descanso hablaba de la poca trascendencia de los porteros en la media hora de juego.
Pero el parcial terminó con una parada de Corrales que anunciaba lo que vendría después. Y lo que vino fue una gran actuación del guardameta español, que acabó con un 37 por ciento de acierto y permitió que los «hispanos» poco a poco se fueran distanciando en el marcador. La diferencia se movía entre uno y dos goles a favor de los españoles hasta que en el minuto 34 un gol de Dani Dujshebaev ponía el 23-20 en el marcador. Y un minuto después era Odriozola el que ponía el 24-20 en el marcador. Y los españoles ya no perderían ese colchón de tres o cuatro goles de ventaja hasta el final del partido.
Decisiva fue la buena actuación de la primera línea española, especialmente de los hermanos Dujshebaev. Dani metió cinco goles; Alex, cuatro. Y otros cuatro llegaron de las manos de Agustín Casado. Aunque especialmente destacable fue la actuación de Kauldi Odriozola, no sólo por los seis goles, ni siquiera por ese que puso a España por primera vez con cuatro de ventaja, sino por estar siempre donde hacía falta en defensa y en ataque. Algunas de sus recuperaciones permitieron goles fáciles de los españoles para mantener esa ventaja de cuatro goles con la que cerraron el partido.
Victoria muy importante de España porque la derrota de Alemania ante Croacia aprieta el grupo y a los «hispanos» les quedan aún partidos muy comprometidos.
Después del encuentro, el cuerpo técnico felicitaba de manera efusiva a Rodrigo Corrales por su actuación. No marca goles, pero con él fue todo más sencillo.
