Los médicos, a Mónica García: “Estamos hartos de promesas: queremos hechos”

Los médicos, a Mónica García: “Estamos hartos de promesas: queremos hechos”

La situación de la atención primaria es cada vez más complicada. Las cargas de trabajo, insostenibles para los médicos por la falta de sustitutos, la saturación de las consultas, el incremento de las demoras (la media de espera actual para ser atendido por el profesional de familia es de 10 días, cuando tendría que ser de 5 o menos) y las jubilaciones, que dejan bajas sin cubrir –sobre todo en zonas de difícil cobertura–, entre otras causas, restan atractivo a una especialidad que cada año deja más plazas desiertas. A pesar de que se trata de la especialidad con mayor cupo, es la única en la que siempre quedan vacantes sin cubrir. En la convocatoria de este año, en la que había una oferta de casi 2.500 vacantes, quedaron 250 (casi el doble que en 2023). Nadie quiere «bailar con la más fea», y la vocación no es suficiente para elegir una profesión en la que saben que se verán abocados a convertirse en burócratas el 60% del tiempo.

Las sociedades médicas de atención primaria llevan dos décadas advirtiendo del desastre que se estaba fraguando en el escalón asistencial que vertebra nuestro Sistema Nacional de Salud. Han analizado las causas desde múltiples perspectivas, con expertos de distinto signo político, y en informes consensuados que han compartido tanto con el Ministerio de Sanidad como con las comunidades autónomas.

Los problemas están detectados y el diagnóstico hecho, pero no se avanza un ápice en soluciones reales. “Llevamos 20 años haciendo informes y análisis de situación. Hemos mostrado y compartido nuestras ‘recetas’ para mejorar la situación, pero ya estamos hartos de palabras, reuniones y brindis al sol. Queremos hechos”, señala José Polo, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).

Presupuesto “congelado”

La primera de las soluciones pasa por aumentar el presupuesto que se dedica a sanidad, “congelado” en el 6,7% del PIB desde hace años, hasta llegar al 9%, que es lo que dedica la mayoría de los países de nuestro entorno. Además, Semergen pide que las comunidades autónomas dediquen el doble del montante que destinan actualmente a sanidad, pasando del 14 al 25%. “El Ministerio quiere tapar el sol con un dedo. Sin aumentar una décima el presupuesto pretende, por ejemplo, ‘restaurar’ la universalidad del SNS y dar cobertura a las personas migrantes sin papeles. ¿Con qué dinero? ¿con qué tiempo? ¿quién lo va a hacer?”, se pregunta Polo.

Y, después de los fondos, las personas. Mejorar la dotación y organización de los recursos humanos en este ámbito es otra petición histórica de las sociedades de medicina de familia y comunitaria. Pero no a cualquier precio.

“No somos burócratas”

“Una de las claves para la reconstrucción del sistema sanitario público es disminuir la carga burocrática del médico. No somos burócratas. Necesitamos que se proteja nuestro papel de médicos frente a las obligaciones administrativas que nos dejan con menos de la mitad del tiempo para ver pacientes. También necesitamos tiempo para formación e investigación, para poder seguir creciendo en nuestra profesión”, añade.

“Como administrativos salimos muy caros; es como médicos como salimos baratos”, añade Pilar Rodriguez, presidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). “Estamos cansados de palabras, queremos hechos. Hemos perdido la cuenta de cuántos documentos hemos elaborado y compartido que vienen a mostrar lo mismo. Faltan recursos económicos reales para apoyar nuestra capacidad de decisión. Que no es comprar impresoras, porque no somos burócratas. Esto es lo único que nos compran con los fondos Perte. A lo mejor no es gastar más dinero, es gastarlo mejor”, destaca.

Respecto a los recursos humanos, Rodriguez señala que “ahora no es momento de solucionar problemas de los que llevamos advirtiendo 20 años, pero al menos lo es de no empeorarlos”.

En la misma línea, hay que señalar que la Organización Médica Colegial (OMC), allá por 2007, alertó del déficit de médicos de primaria que iba a producirse si no se ponían soluciones. “Dentro de unos 15 años se jubilarán médicos que terminaron a comienzos de los años 80 (…). Esto debe tenerse muy en cuenta en la planificación de las necesidades futuras de profesionales (…). La solución no solo pasa por ampliar el número de alumnos de las facultades (…), sino que también deberían mejorarse las condiciones del ejercicio profesional y las retribuciones para que no se marchen fuera de España”, escribió el médico y especialista en demografía médica, Vicente Matas, en un medio andaluz hace la friolera de 17 años.

También falta “voluntad política” de cambio. Las tres organizaciones coinciden en destacar que sería necesario “un pacto de estado” para cerrar filas en torno a la atención primaria. Pese a todas las advertencias y los esfuerzos de estas entidades por elaborar informes y conclusiones, el actual Ministerio de Sanidad decidió, a finales de 2023, encargar otro estudio para analizar la situación. El trabajo, “recoge nuevas cifras de empleo público de médicos en el SNS hasta el 28 de febrero de 2023, una vez terminada la situación de pandemia y tras la estabilización de las plantillas sanitarias reforzadas para afrontarla”, según destacan las dos expertas que lo han elaborado, de la Universidad de Las Palmas.

También, por primera vez, cuenta con cifras de empleo médico en el sector privado, facilitadas por la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), patronal de la sanidad privada en España que agrupa a casi 1.300 entidades con una representación superior al 80% de los centros hospitalarios privados del país,

Viene a decir prácticamente lo mismo que ya constaba en los informes de la OMC: que hoy, en España hay un déficit de 4.502 especialistas de medicina de familia y comunitaria (casi 6.000 de todas las especialidades), y que la situación irá a peor. Además hace predicciones a futuro: Serán 5.496 profesionales los que falten en 2029, si bien al año siguiente, “empezará el cambio de signo de déficit a equilibrio (en torno a la falta de unos 2.100 médicos de Familia en 2035, menos de un 5% de déficit)”.

Pero este verano será el más complicado, debido a la excepcionalidad causada por la pandemia. Según las estimaciones de la organización médica, habrá aproximadamente 3.000 médicos de familia y unos 800 pediatras menos.

Sanidad, que lo filtro el pasado viernes a algunos medios, al tiempo que lo compartía con las comunidades autónomas, lo sacará a colación el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) que se celebrará este miércoles 5 de junio y en el que que, a petición de las 13 comunidades del PP, se hablará de la situación, pese a las reticencias iniciales del departamento de Mónica García. Aunque, por ahora, el tema no aparece en el orden del día de la reunión.