Luz verde al primer CSIC de Asturias. El Consejo de Gobierno ha aprobado este mismo lunes el proyecto de Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación, que será la base para que la región asturiana tenga su propio Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Se trata de una nueva ley, ratificada por el Ejecutivo regional y que se espera tener a finales de año, que permitirá la organización, promoción y financiación del sistema de investigación e innovación en el Principado.
El texto legislativo, promovido por la Consejería de Ciencia, Empresas, Formación y Empleo, tiene como objetivo principal fomentar las actividades de I+D+i. Así, por medio de las mismas, se pretende generar y transferir conocimiento que contribuya a resolver los problemas de los asturianos.
Objetivos de este proyecto
El primer objetivo es desarrollar una economía fundamentada en el conocimiento y la innovación, que utilice los recursos de manera eficiente y promueva la cohesión social y territorial. Igualmente, destaca como otro propósito clave aumentar la financiación autonómica dirigida a la investigación.
Por otra parte, también busca fortalecer las relaciones en I+D+i entre administraciones, empresas, centros tecnológicos y de investigación, la Universidad de Oviedo y la ciudadanía. Asimismo, busca consolidar y completar el ecosistema científico y tecnológico, promover la excelencia, fomentar la participación ciudadana y aplicar un enfoque de género como eje transversal en la ciencia, la tecnología y la innovación.
De esta forma, en la ley se incluirán, por ejemplo, el Cuerpo Superior de Investigación, el Sistema Asturiano de Ciencia, Tecnología e Innovación (SACI), el Observatorio Asturiano de Innovación y el Plan Asturiano de Ciencia, Tecnología e Innovación (PCTI).
En el caso del Cuerpo Superior de Investigación, este constará de tres categorías: docentes, investigadores y científicos titulares. Todos los miembros de este grupo deberán contar con un título de doctorado y entrarán en el grupo A1 de la Administración pública.
Además, el texto incluye la creación del registro del Sistema Asturiano de Ciencia, Tecnología e Innovación (SACI), una herramienta pública que actuará como inventario y facilitará la evaluación de todos los agentes. A su vez, este registro permitirá conocer la inversión real en I+D.
En cuanto al Observatorio Asturiano de la Innovación será una unidad vinculada a la Consejería de Ciencia. Se encargará de crear un sistema que permita acceder a la información gestionada por los agentes del SACI en formatos universales y reutilizables. Aquí se recogerán noticias actualizadas sobre ciencia y tecnología, así como resúmenes de los proyectos de I+D+i financiados por el Principado y las últimas tendencias en ciencia y tecnología.
Y respecto al Plan Asturiano de Ciencia, Tecnología e Innovación (PCTI) responde al instrumento que el Principado utilizará para la planificación, gestión y ejecución en este ámbito. Establecerá, por tanto, las directrices estratégicas, acciones y objetivos para avanzar en la investigación, el desarrollo tecnológico, la innovación y la transferencia de conocimiento en la región.
Inversión y perspectivas de futuro
Además, el proyecto de ley dispone que los presupuestos autonómicos aumentarán de manera regular cada año los fondos que va a investigación, tecnología e innovación, con el fin de alinearse con las estrategias nacionales y europeas.
Así, de acuerdo con las proyecciones del Gobierno asturiano, para 2030 la inversión autonómica en I+D+i alcanzará el 3% del PIB regional. Esto equivaldrá a algo más de 237 millones de euros. En total, sumando los fondos públicos y privados, se prevé que esta inversión llegue a 1.075 millones de euros.
La norma promueve el impulso de las unidades de excelencia, un reconocimiento que podrá ser acreditado según los criterios establecidos por la normativa estatal sobre ciencia, tecnología e innovación. Esta distinción representa el reconocimiento de los equipos de investigación más destacados.
El Gobierno de Asturias también podrá crear entornos de pruebas controlados (sandboxes) para facilitar la implementación de proyectos de I+D+i. Estos entornos deberán estar limitados a áreas geográficas específicas y asociadas a infraestructuras científico-técnicas de propiedad pública.
El consejero de Ciencia, Borja Sánchez, ha señalado que el proyecto de ley, que será sometido al Parlamento para su tramitación, marca un hito al buscar transformar la ciencia y la innovación en motores de cambio hacia un sistema económico más diversificado, sostenible, digital e inclusivo. Su objetivo es que Asturias se convierta en una región atractiva para la inversión, la investigación y la innovación.
En este sentido, ha destacado que esta nueva ley “marca un punto de inflexión definitivo, supone avanzar hacia el futuro, con el fin de generar valor añadido y contribuir a una economía basada en el conocimiento, en la cooperación público-privada y en el emprendimiento”.
