Muertes, refugiados y pueblos masacrados: las líneas rojas cruzadas por Arabia Saudí para la construcción de «The Line», su ciudad futurista sin futuro

Muertes, refugiados y pueblos masacrados: las líneas rojas cruzadas por Arabia Saudí para la construcción de «The Line», su ciudad futurista sin futuro

De cara al futuro, los distintos países del globo se preparan para lo que será el mundo dentro de unos años. Planes de sostenibilidad, un planeta adaptado a las nuevas tecnologías o la inteligencia artificial, y también, ciudades futuristas. The Line, un territorio que prepara Arabia Suadí, es un ejemplo de este tipo de proyectos para las generaciones venideras. No obstante, en el país asiático no todo es lo que reluce y los expertos afirman que será una «megaciudad convertida en un infierno para sus habitantes». De hecho, las autoridades saudíes aprobaron «usar la fuerza letal» para su construcción.

El país árabe, uno de los más ricos del planeta, pretende contar con la llamada «ciudad del futuro», una urbe estratégica y más avanzada que cualquier territorio que se conozca a día de hoy. Con ese objetivo, se empezó a construir The Line entre las fronteras del país árabe con sus vecinos Jordania y Egipto.

El planteamiento se avanzó a principios de 2021, cuando el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, presentó el programa a través de su empresa, NEOM. Se trataría de una ciudad con dos rascacielos paralelos de más de 120 kilómetros de largo y 500 metros de alto. Un territorio que aspiraría a convertirse en el hogar de millones de personas (pronostican alrededor de nueve millones de habitantes) y se extenderá por una superficie de apenas 34 kilómetros cuadrados.

The Line, la ciudad del futuro de Arabia Saudí: un proyecto que mete al gobierno en muchas polémicas

Por otro lado, la ciudad, que se extendería a lo largo de una línea recta de 170 kilómetros y tendría una anchura de 200 metros, buscaría utilizar energía solar y eólica, agua desalada y las más novedosas materias primas, un paso hacia delante para reducir la huella medioambiental y una ocasión para dejar de lado los coches de manera definitiva. Su posición, tamaño y forma, asimismo, daría posibilidad a sus vecinos de cubrir cualquiera de sus necesidades con un paseo de cinco minutos.

El príncipe saudí pronosticaba hace unos años que para 2024, el proyecto estaría muy avanzado. Sin embargo, la ciudad tiene varios problemas de planteamiento, así como el nerviosismo en el país comienza a notarse, de tal manera que tuvieron que frenar el proyecto por un fallo con las inversiones.

Tal y como explicó BBC hace unos días, las autoridades saudíes permitieron el uso de «fuerza letal» para despejar el terreno. El coronel Rabih Alenezi, exoficial de inteligencia, aseguró al medio que uno de los aldeanos de una tribu del desierto saudita murió tiroteado por protestar contra el desalojo para la construcción de The Line. Grupos de Derechos Humanos denuncian que este tipo de sucesos son muy frecuentes, aunque el gobierno y la dirección del proyecto se negaron a comentar lo sucedido.

Así, más de 6.000 personas han tenido que ser desplazadas por el proyecto, según cifras gubernamentales, aunque varias organizaciones creen que las cifras son superiores. Pero el proyecto no solo ha supuesto desplazados internos o refugiados, sino también en la pérdida de viviendas, escuelas y hospitales. Imágenes de satélites, además, revelaron la destrucción de tres pueblos enteros: Al Juraiba, Sharma y Gayal, según explica el tabloide británico.

Los problemas de construir a The Line en línea: Arabia Saudí podría tener más problemas que soluciones

Por su parte, se explica en un reciente estudio publicado en la revista Nature y dirigido por Rafael Prieto-Curiel y Dániel Kondor, Arguments for building The Circle and not The Line in Saudi Arabia (Argumentos para construir El Círculo y no La Línea en Arabia Saudí), que evalúa los efectos negativos, en todos los sentidos, que tendría la megaciudad.

Los expertos señalan a las características de su construcción en primer lugar. Según los investigadores, las ciudades son construidas en círculo por las grandes ventajas en relación al transporte, accesibilidad a servicios o empleo o conectividad, factores que dificultarían la vida de sus habitantes si se construye en línea. Por otro lado, una forma lineal de la urge haría que sus nueve millones de habitantes se distribuirían en escasos kilómetros cuadrados, lo que equivaldría a unas 50.000 personas por kilómetro cuadrado. Demasiada gente en poco espacio.

Un hipotético crecimiento demográfico provocaría que hubiera muchas más personas en menos distancia, dificultando la movilidad. «La ciudad solo podría crecer más hacia el este, aumentando su longitud y exacerbando aún más los problemas de transporte discutidos anteriormente», explican los investigadores en el estudio.

Y a esto se suma los fenómenos meteorológicos o desastres naturales que se pudieran producir. Cualquier supuesto podría «paralizar una parte importante de la ciudad».

En definitiva, construir una ciudad desde cero tiene la ventaja de desarrollar y organizar la urbe de forma eficiente, pero una construcción lineal, tal y como plantea Arabia Saudí, podría tener más hándicaps que ventajas. Además, el necesitar terreno para que The Line sea construida ha dejado muertes, refugiados y pueblos masacrados, algo que no se puede traducir en «progreso». A día de hoy, este proyecto podría considerarse como una ciudad futurista que todavía no encuentra futuro, o por lo menos, deja muchas dudas.

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