Narcolepsia

Narcolepsia

Parece ser que uno de los contratiempos principales más leves de salud en los españoles es el insomnio. Casi la mitad de la población reconoce tener problemas frecuentes para conciliar el sueño. El exigente ritmo de trabajo para sobrevivir, que se le impone a una clase media agobiada, provoca muchos cuadros de ansiedad y, en las consultas de los médicos, las benzodiacepinas se despachan como caramelos.

Viendo el principio de la campaña electoral de las europeas y los discursos que han empezado a hacer para ellas nuestros políticos, se me ha ocurrido una idea que bien pudiera ayudar a aliviar el problema. Esos tipos parecen especialmente entrenados para adormecer hasta a las piedras con eslóganes estereotipados repetidos incesantemente como una letanía monocorde. Propongo por tanto que, correctamente reubicados, nuestros políticos quizá tuvieran por fin alguna utilidad con sus propuestas para captar nuestro voto. Es más que posible que resultaran de gran eficacia como somnífero o, en su defecto, medicamento hipnótico para la población.

Como es bien sabido, actualmente muchos insomnes lo que hacen es ver la televisión de madrugada, cuando no pueden conciliar el sueño. Sugiero, por tanto, que toda propuesta y mención de campaña electoral se desplace, por decreto ley, de los noticiarios diurnos a la franja nocturna para ocupar toda la programación de la noche. Las posibilidades de audiencia son insospechadas.

Es cierto que otra posible reubicación sería como sistema de castigo auxiliar a nuestro sistema penal para aquellos que han sido condenados por grandes delitos. Pero, habida cuenta de que hemos desterrado de nuestro catálogo de puniciones el garrote vil, quizás fuera demasiado cruel y antinatural someter a la población reclusa a un régimen reeducativo de ese tipo.

Decididamente no. Mejor reubicarlos como medicamento. Bien mirado, es un axioma conocido por toda la población de a pie que una medicina, cuanto más repugnante y difícil de tragar es, mejor funciona.