El buque Borkum que atracara hoy en Cartagena con material militar ha constituido un nuevo elemento de tensión dentro del Gobierno de coalición. La guerra en Oriente Medio es uno de los asuntos que más ha desgastado en los últimos meses la relación entre PSOE y Sumar, así como la bandera palestina trata de ser aprovechada por el socio minoritario de coalición en medio del contexto electoral.
Así, Sumar se ha hecho eco de la denuncia de la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina, que está alertando sobre la parada en Cartagena de un carguero que supuestamente se dirigía al puerto israelí de Ashdod, a 30 kilómetros de Gaza que portaría armamento militar. En concreto, la organización asegura que el barco transporta 20 toneladas de motores de cohetes, 12,5 toneladas de cohetes con carga explosiva, 1.500 kilogramos de sustancias explosivas y 740 kilogramos de cargas propulsoras para cañón.
Esto ha soliviantado al sector minoritario del Ejecutivo, que registro una pregunta parlamentaria en el Congreso con destino a los ministerios de Transporte y Defensa para conocer las medidas que se estaban tomando para «impedir la llegada» del barco. Asimismo, el grupo plurinacional Sumar exigirá a la Fiscalía que investigue el contenido del buque ante la seguridad que dicen tener de que hay armas en transporte con destino a Israel «en un momento en el que se está produciendo un genocidio», según denunció el portavoz, Íñigo Errejón. «Un barco cargado de armas para asesinar palestinos no puede parar en Cartagena. España no puede mirar hacia otro lado», avisó.
Unas críticas a las que se unió Podemos, presenta esta tarde un escrito ante el juzgado central de instrucción de guardia de la Audiencia Nacional para paralizar la salida del buque Borkum del puerto de Cartagena y también envió una carta al presidente del Gobierno y a los ministros de Exteriores, Defensa y Transportes, para exigir que el Ejecutivo detuviese el carguero. Los morados inciden en que la Ley 53/2007, sobre el control del comercio exterior de material de defensa y de doble uso establece «claramente la prohibición de autorización de la transferencia cuando existan indicios racionales de que puedan ser empleados de manera contraria al respeto debido al ser humano».
Unas denuncias que niegan rotundamente desde el ala socialista del Gobierno, donde aseguran que el barco cuenta con toda la documentación en regla y tiene la autorización de la Autoridad Portuaria para atracar en el puerto de Cartagena. En el ministerio de Transportes explican que la carga tiene como destino la República Checa y, «en ningún caso» Israel, según la información que consta en la documentación del mismo. Se trata de una conexión interna entre dos países de la Unión Europea, añaden las fuentes, que piden «no crear una alarma social innecesaria ni ningún tipo de señalamiento», informa Efe. «Se trata de un barco de propietario y de armador alemán cuyo destino final es la República Checa y con todos los papeles en orden», explicó el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, quien reclamó tranquilidad a los partidos.
