Scholz juega a dos bandas en China: advierte sobre el proteccionismo de la UE, pero pide a Pekín una competencia leal
El viaje a China del canciller alemán, Olaf Scholz, ha dejados varios recados en Este y Occidente. Dos nítidos mensajes a Pekín: la locomotora alemana, renqueante y achacosa, necesita al gigante asiático como fábrica para sus empresas y como destino para sus exportaciones; pero a la vez, Berlín no está dispuesta a tolerar una competencia…