Pedro Sánchez está henchido tras las elecciones catalanas del pasado domingo. El éxito del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), ganador en votos y escaños, ha llegado en uno de los momentos más críticos de los cinco años de mandato del presidente del Gobierno y tras un periodo de reflexión en el que dijo haberse planteado seriamente la dimisión. Ahora, tres semanas después de llevar a los suyos al desconcierto total con aquel anuncio, Sánchez ha recibido un bálsamo electoral y ya no sólo piensa en reimpulsar la legislatura sino en volver a presentarse para otro mandato. Considera que el resultado de los comicios catalanes supone un respaldo a sus políticas —indultos, ley de amnistía (aún en trámite parlamentario) y supresión del delito de sedición, entre otras— y da por seguro que Salvador Illa será el nuevo president de la Generalitat.