Pierre de vacaciones en Sa Lola

Pierre de vacaciones en Sa Lola

«Es una villa repleta de
historia y literatura», dijo Montserrat Roig de Blanes, ubicado en la comarca
catalana de La Selva. Estamos ante la que fue sede del
vizcondado de Cabrera, un señorío feudal que duró
desde el siglo XI hasta el XIX
. En lo que respecta a lo literario,
existe una serie de rutas pensadas para seguir los pasos de numerosos
escritores; entre estos, destaca Joaquim Ruyra, al que se le erigió una estatua
en 1958 por haber elegido Blanes –había nacido en Girona capital– como su hogar
para su extensa obra literaria, y Roberto Bolaño, que vivió aquí desde 1985
hasta su muerte, en 2003.

Si
uno camina por el
centro histórico van apareciendo elegantes construcciones, como la Casa
Saladrigas, creada por
un
discípulo de Antonio Gaudí, o la señorial Casa Tordera, que hace evocar la
época de los indianos que buscaron fortuna al otro lado del Atlántico. De
hecho, dentro de la oferta histórico-cultural que proporciona Blanes, hay una
ruta que lleva a conocer más de una docena de domicilios de algunos de los blandenses
que lograron hacerse ricos, con negocios sobre todo en Cuba, durante del siglo
XIX.

Si
el visitante acude a Blanes en julio será testigo del multitudinario Concurso
Internacional de Fuegos Artificiales de la Costa Brava, con más de 50 ediciones en su haber, y que hace que varias noches la playa y el paseo
marítimo se llenen masivamente. Bien lo merece el espectáculo pirotécnico lleno
de luces y color que se lanza desde la pla
ya de Sa Palomera. Este promontorio, considerado el
comienzo de la Costa Brava, es el mayor símbolo de la localidad gerundense: una
roca que entra al mar y cuya cúspide ofrece una mirada oceánica de gran
belleza.

No
faltarán, pues, excusas para conocer Blanes, como su Jardín Tropical Pinya de
Rosa, con 7.000 especies de cactus originarias de todo el planeta; el puerto, donde
se ofertan se
rvicios y actividades
acuáticas para todas las edades; el Blanes Centre Running, ubicado en la Ciutat
Esportiva, con grandes ideas para la práctica de este deporte, y también para
el ciclista, con varias rutas señalizadas para ir en bicicleta de montaña o en
carretera.

La maravillosa creatividad de Sa Lola

Por estos y otros muchos motivos, es una localidad muy
visitada para todo tipo de veraneantes o turistas todo el año, que encuentran
infinidad de locales para hospedarse o de restauración. El más recomendable de
ellos es, sin duda, el que podemos encontrar en pleno
Passeig
Pau Casals, donde al comensal le espera una experiencia gastronómica memorable
en el restaurante Sa Lola.

Este local tiene tiene la calidad y originalidad de cualquiera de
esos restaurantes tan publicitados por el imán que representa el reconocimiento
de las estrellas Michelin pero que suelen estar lejos de la mayoría de
bolsillos. En cambio, el
chef Rafa Salinas y el
jefe de sala Albert Mir, más la mujer de este,
Michelle Olde, con un pasado en restaurantes de tanto pedigrí como Tickets
o Inopia, de los hermanos Adrià,
dan comida creativa y excelsa a precios asequibles. Más algo que no
tiene precio: una cálida atención al cliente, en una terraza cubierta entre casual
y distinguida, que sirve tanto para el verano como para el invierno, y que está
decorada acogedoramente con estética vintage, sofás y lámparas llamativos, luces
que cambian a medida que anochece…

El
restaurante es conocido por sus olivas esferificadas
y cada plato es una obra de arte para los ojos y el paladar. Y así, una versión
de ensalada caprese con pesto y bola de helado de queso de cabra, un hot-dog de
pulpo, un canelón de piquillo relleno de ensaladilla rusa, y cien genialidades
más, redondean una visita inigualable. Así, sentarse allí es saborear u
na
explosión de sabores del mundo entero (con referencias a México, Huesca, Japón,
Cataluña…), un recorrido milenario por la cultura del buen comer con la
identidad propia de la región. Un lugar, en definitiva, para dejarse sorprender
por el aspecto inaudito de sus platos, exóticos, artísticos, estéticos, tan
visuales como sabrosos.

No en balde, es un
verdadero paraíso a ras de mar, como ellos se definen en su página web.
Absolutamente cualquiera de sus tapas o platos convertirá una comida o una cena
en una experiencia magnífica e inolvidable. Un lugar para no escatimarle ningún
gusto al paladar ni a la vida gracias a sus donettes de foie, su buñuelo
explosivo de rabo de toro guisado o su «boquerón que quería ser anchoa en
Cancún». El establecimiento es tan original que incluso yendo al baño el
visitante se llevará una sorpresa que le despertará una sonrisa: un gran muñeco
de un simio da la bienvenida a un espacio en que suena, mientras se está en el
servicio, ¡la voz del humorista Eugenio contando chistes!

Apenas uno se está
yendo de Sa Lola, que ya anhela volver, es tal la variedad y la renovación de
platos del trío de cocineros que tan risueñamente tratan a todo aquel que acude
a ese pequeño gran paraíso gastronómico, siempre con el ánimo de que disfrutes
de una comida creativa y deliciosa.

Apartamentos Pierre & Vacances

Y si no se pueden escatimar
elogios frente a Sa Lola, lo mismo pasa con nuestra recomendación hotelera, la
de una marca que lleva casi veinte años en el mercado español ofreciendo casi
medio centenar de apartamentos, hoteles y resorts en destinos clave de todo el
país, tanto en zonas costeras como en las montañas o en las ciudades: Pierre et
Vacances.

En algunos de estos
apartamentos podremos encontrar instalaciones especialmente atrayentes en
verano, como piscina y áreas de juegos –es el caso del fabuloso complejo de
Salou, en Tarragona, por ejemplo–, pero en el caso de Blanes hay algo que
resulta insuperable y que ofrece cualquiera de los balcones que dan a la playa,
a una distancia de unos veinte metros. Y es que a
lojarse en el Pierre et
Vacances de Blanes cambia cualquier perspectiva preconcebida sobre estar cerca
del mar. El retumbar de las olas en las arenas penetra los resquicios del día y
sube hasta las diez plantas de la residencia, que te ofrece cada mañana
los más deslumbrantes amaneceres y cada noche un mar gris azulado o la magia de
la luna sobre el agua.

Se trata de una serie
de pisos de máximo confort que
tienen de 1 a 3 dormitorios, televisión de pantalla plana, cocina y
todo tipo de electrodomésticos, sala de estar, balcón y, en algunos casos, sofá
cama, a lo que se añade
wifi, aparcamiento, servicio de
recepción y posibilidad de desayuno, bien económico, en el cercano hotel
Horitzó. Además, como todo está dispuesto para que no te falte de nada, en el
baño, la cocina o los cuartos de dormir, el huésped puede relajarse sabiendo
que tiene todo lo necesario a su alcance y disfrutar de cada momento de su
estancia plenamente.

El establecimiento abrió en el año 2017, de modo que cuenta con
instalaciones modernas y de bello diseño, lo cual, junto con la variedad de
pisos que ofrece, constituye una opción ideal para ir en familia (se
proporciona cuna en caso de precisarlo), en pareja o en grupos de amigos –cabe
destacar que también se aceptan mascotas–, pues el complejo ofrece pisos de
diferente capacidad que van desde 2 hasta 8 huéspedes. En suma, cada uno de los
Pierre et Vacances que se pueden encontrar a lo largo y ancho de España, a buen
seguro, guarda el sello de calidad, profesionalidad y funcionalidad que uno
espera encontrar en un destino vacacional; es, así las cosas, una garantía de
alojamiento perfecto que además, si se lleva a cabo en Blanes, aún tiene un
aliciente más, en forma de infinito horizonte marítimo.

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