¿Por qué esta derrota sí es un buen resultado para Marine Le Pen?

¿Por qué esta derrota sí es un buen resultado para Marine Le Pen?

Emmanuel Cherrier, profesor e investigador de Ciencias Políticas en la Universidad de Valenciennes, en Francia, asegura en declaraciones a LA RAZÓN, que la derrota que pronostican los sondeos a pie de urna al partido de Marine Le Pen y a su candidato Jordan Bardella dibuja un escenario favorable para la dirigente de extrema derecha de cara a las elecciones presidenciales de 2027. El gobierno de coalición que saldrá con este resultado -en el que la izquierda ha vencido seguida del partido de Emmanuel Macron- sufrirá un importante desgaste, lo que serviría a Marine Le Pen para posicionarse como única candidata capaz de sacar a flota a Francia.

¿Será casi inevitable que en algún momento Marine Le Pen acabe ganando la presidencia francesa en las elecciones de 2027?

Las elecciones presidenciales tendrán lugar en abril y mayo de 2027 (a menos que Emmanuel Macron dimita, provocando unas elecciones presidenciales anticipadas). La derrota de Jordan Bardella es un escenario bueno para Marine Le Pen porque así preserva su figura sin gobernar. Si Bardella hubiera ganado y se hubiera convertido en primer ministro hubiera podido ser un problema para su jefa porque sería un rival para las presidenciales de 2027. Cabe recordar que Marine Le Pen fue candidata tres veces a las elecciones presidenciales (2012, 2017, 2022) y en las tres fracasó. Pero la derrota de Bardella es un escenario favorable para ella. Con este resultado, Marine Le Pen se presenta aún más como la única alternativa a los partidos clásicos que formarán una alianza tras estas legislativas. Esto es probablemente lo que desea ella en secreto, porque es la situación más favorable para ella en las próximas elecciones presidenciales. Oímos a muchos votantes justificar el voto RN diciendo «todavía no hemos probado con este partido», por lo que quedarse fuera del poder reforzaría este carácter de último recurso en 2027, contando con el fracaso de los partidos que gobernarán en las próximas semanas. Y ahí, sería realmente muy difícil impedir que Marine Le Pen fuera elegida presidenta.

¿Cree que Emmanuel Macron acabará dimitiendo si una posible cohabitación paraliza la vida política de Francia hasta las próximas elecciones presidenciales?

En teoría, no es imposible, si estallara una crisis importante entre el presidente y el Gobierno y la mayoría que surgida de las elecciones de anoche. Sin embargo, Emmanuel Macron declaró recientemente que no iba a dimitir. Y, de hecho, es poco probable durante el año siguiente a esta inesperada elección legislativa. Cuando se ha llevado a cabo una disolución, el presidente, sea quien sea, ya no puede disolver la Asamblea Nacional durante un año, según la Constitución. Esto significa que hasta julio de 2025, una dimisión del presidente de la República llevaría al poder a un nuevo presidente, pero que tendría que gobernar con la Asamblea elegida en 2024. Al no haber una mayoría clara, un cambio de presidente no tendría mucho interés antes de julio de 2025. Además, la ausencia de mayoría obligaría a una coalición, a una negociación entre partidos, y esto hace que el presidente tenga margen de maniobra, haciendo inoportuna su dimisión. Por último, podemos pensar que, como Emmanuel Macron muestra un cierto amor por el poder, acortar su mandato cuando no puede presentarse a las futuras elecciones no tiene mucho interés para él. Para concluir, una dimisión del presidente solo podría producirse en caso de bloqueo absoluto de las instituciones francesas en los próximos meses, como por ejemplo si se da el caso de que una mayoría de partidos se negara a formar gobierno mientras Macron siga en el poder como presidente de la República.

¿Cómo hubiera sido un gobierno de ultraderecha dirigido por Jordan Bardella?

Esta es la cuestión esencial, qué sería Reagrupación Nacional (RN) si hubiera llegado al poder. Observo dos cosas. Por un lado, el ensayista Thibault Muzergues publicó recientemente un libro (“Post-populisme”, Editions de l’Observatoire, 2024) en el que considera que al gobernar (o participar en gobiernos de coalición), los partidos populistas se transforman en partidos de derecha dura, reavivando la clásica división izquierda-derecha. Pone los ejemplos de la Italia de Meloni, en particular, o de Suecia, la República Checa… Una forma de normalización, bajo el peso de un realismo necesario. Por otro lado, desde el anuncio de la disolución de la Asamblea Nacional, Jordan Bardella ha dado varios pasos atrás en puntos de su programa de gobierno: la edad de jubilación, el caso de la doble nacionalidad… y esto se incluye en la lista de renuncias que la propia Marine Le Pen ha hecho desde 2017, anunciando que ya no quiere salir de la Unión Europea ni de la zona euro. La alianza entre la Reagrupación Nacional y una parte del partido de derecha Los Republicanos podría ser el principio de esta transformación de RN en un partido de derecha fuerte, pero ya no de extrema derecha. Es difícil predecir la evolución de la RN en el poder, pero vemos que Bardella quiere tranquilizar a los electores dando una imagen de responsabilidad, en particular frente a la crisis presupuestaria.

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