Puigdemont agita la teoría de la conspiración en el aniversario del 17A

Puigdemont agita la teoría de la conspiración en el aniversario del 17A

El independentismo rescató este sábado de nuevo la teoría de la conspiración en el séptimo aniversario de los atentados terroristas del 17 de agosto de 2017, que causaron 16 muertos y más de 300 heridos.

Mientras que Barcelona rendía homenaje a las víctimas en un clima de normalidad –frente a otros aniversarios celebrados en un clima más crispado–, el expresident de Cataluña y líder de Junts, Carles Puigdemont volvió a resucitar la tesis de que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) tenía información sobre el atentado directamente por medio del Iman Abdelbaki Es Satty y que, sabiendo de las intenciones de los yihadistas, no actuó para evitar la tragedia.

El expresident Puigdemont aprovechó el aniversario para exigir que se esclarezcan los «secretos de Estado» que, a su juicio, aún se ocultan tras la masacre. «Nunca olvidaremos a las víctimas, la solidaridad de miles de personas, la eficacia de los Mossos d’Esquadra y de los profesionales sanitarios en unas horas terribles que sacudieron al mundo», dijo, «gestionamos una de las peores crisis a las que se puede enfrentar una sociedad», aseguró, no sin advertir del «derecho a saber la verdad debe formar parte de la reparación a las víctimas y sus familiares. En un crimen de esa magnitud no puede haber secretos de Estado», reclamó.

Puigdemont volvía así a dar credibilidad a las informaciones que avalaban la teoría de la conspiración con las que el independentismo aprovechó para cargar contra al Estado y pedirle responsabilidades. Todo ello, a pesar de que el Tribunal Supremo tumbara esta conspiración y avalara la actuación de los Mossos. La Audiencia Nacional también descartó la vinculación del CNI en los ataques y desestimó todas las teorías conspirativas difundidas por grupos independentistas, a pesar de que éstos trataron de hacer valer sus tesis e incluso la llevaron a una comisión de investigación en el Parlament de Cataluña, la cual concluyó en 2020 que el CNI no tuvo relación con los atentados. Tan solo quedó acreditado que el iman era «confidente» de los servicios secretos. Y es que agentes del CNI visitaron varias veces en la cárcel de Castellón al imán en 2014, cuando cumplía condena por un delito de narcotráfico, para intentar captarlo como confidente tres años antes de que se convirtiera en el «cerebro» de la célula de Ripoll.

La teoría conspirativa, a pesar de ser desacreditada, es una de las muchas concesiones del Gobierno de España al independentismo a cambio de mantener el poder. Y es que fue uno de los compromisos del PSOE para que apoyaran la elección de Francina Armengol como presidenta del Congreso de los Diputados. ERC y Junts cedieron sus votos a cambio de que el PSOE acordara la creación de –entre otras– una comisión de investigación en la Cámara Baja sobre los atentados yihadistas de Barcelona. Ésta tiene previsto reactivarse el próximo mes de septiembre y en ella Junts y ERC volverán a insistir en que el CNI conocía los detalles del atentado y no los frenó.

Al margen de la ofensiva de Junts, la conmemoración de los atentados se celebró en Barcelona sin registrar ningún altercado, más allá de puntuales protestas de una veintena de personas que reclamaban explicaciones al Estado. El grupo exhibió carteles en los que se podía leer esta consigna u «Estado asesino», «exigimos responsabilidades», «17-A crimen de Estado» o «terrorismo de Estado», informa Ep.

Como ya es habitual, eso sí, la celebración volvió a demostrar la división existente entre la celebración oficial organizada por la Generalitat y la secundada por las asociaciones de víctimas. El primero, tuvo lugar en Pla de l’Os de La Rambla, donde haced siete años se detuvo la furgoneta de Younes Abouyaaqoub y asistieron al mismo los consellers de Justicia, Ramon Espadaler, e Interior, Nuria Parlón; el presidente del Parlament, Josep Rull, el delegado del Gobierno, Carlos Prieto; y el alcalde Jaume Collboni, mientras el recién nombrado president de Cataluña, Salvador Illa, se ausentó del mismo, por encontrarse de vacaciones en Lanzarote. «Cataluña siempre será un lugar de paz», destacó en sus redes sociales. Entre otros asistentes, también han estado la presidenta de Junts, Laura Borràs, el teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, diputados del Parlament y concejales del consistorio barcelonés. La primera línea del acto ha estado reservada para víctimas y sus familiares, mientras que los representantes políticos se colocaron en las filas de detrás. Tras el minuto de silencio, los asistentes realizaron una ofrenda floral en la que también participaron representantes de cuerpos de fuerzas de seguridad (Mossos d’Esquadra, Policía Nacional, Guardia Civil y Guardia Urbana) y de emergencias, entre otros.

Por su parte, la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT) y Plataforma 17-A conmemoraron el aniversario por separado y poco después del acto institucional, en la fuente de Canaletes, en el inicio de Las Ramblas.

Please follow and like us:
Pin Share