A sus 75 años recién cumplidos, Pablo Abraira continúa subiéndose a los escenarios. En el diccionario del icónico cantante del recordado tema “Gavilán o paloma” ( 1977) no cabe la palabra jubilación. Su gran atractivo físico y su voz melódica eran su marca de identidad, y su admiración por Los Beatles la responsable de que se decantara por el mundo de la música.
El éxito de la canción citada le catapultó al estrellato y a conseguir una legión de seguidores. Al unísono de sus conciertos le vimos protagonizar musicales como “Lovy”, “Evita” ( donde encarnó al Che Guevara) y “Jesucristo Superstar”, y su popularidad fue en aumento hasta limites insospechados, hasta que en los años noventa su fama empezó a decaer y decidió instalarse en México.
Tras regresar a España, en junio de 1994 forma parte de la compañía del Centro Dramático Nacional interpretando el personaje de “Polpoj” en “Marat-Sade” dirigido por Miguel Narros, y más tarde participó en “La Magia de Broadway” en el Teatro Lara de Madrid. Compaginando su trabajo como actor y cantante.
En la actualidad, casado y padre de dos hijos, sigue en activo, cantando, componiendo y produciendo discos de otros intérpretes. A sus espaldas contabilizamos catorce elepés y unos cuantos singles. Entre sus canciones más recordadas están la ya mencionada “Gavilán o paloma”, “O tú o nada” y “Pólvora mojada”, que consiguieron alzarse al primer lugar en las listas de éxitos.
Además, es un hombre muy solidario y actúa en conciertos benéficos en favor de la reforestación de los bosques o para alegrar a los pacientes del hospita Severo Ochoa madrileño, con el proyecto “Música en vena”.
Una de las últimas ocasiones en la que le vimos aparecer en televisión fue como participante en el programa “Pasapalabra”.
