¿Qué santo se celebra hoy, 20 de agosto? Esto es lo que debes saber del santoral de la Iglesia Católica

¿Qué santo se celebra hoy, 20 de agosto? Esto es lo que debes saber del santoral de la Iglesia Católica

El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.

¿Qué santos se celebran hoy martes 20 de agosto?

San Samuel profeta: Profeta del Antiguo Testamento, conocido por ser un líder espiritual y juez de Israel.San Filiberto de Jumièges: Abad y fundador del monasterio de Jumièges en Francia, fue uno de los principales promotores del monacato en la región.San Máximo de Chinon: Monje eremita en Francia, venerado por su vida ascética y devota.San Esteban de Hungría: Rey de Hungría y el primer rey cristiano del país, fue canonizado por su esfuerzo en consolidar el cristianismo en su reino.

San Bernardo de Claraval

Vida y Pontificado

San Bernardo de Claraval nació en 1090 en Fontaine-lès-Dijon, Francia, en el seno de una familia noble. Desde joven, mostró una profunda inclinación hacia la vida religiosa. A los 22 años, ingresó en la orden cisterciense, en el monasterio de Cîteaux, que entonces era una pequeña comunidad monástica. En 1115, fue enviado a fundar la abadía de Claraval (Clairvaux), donde se convirtió en su primer abad. Bajo su liderazgo, la abadía floreció, y Claraval se convirtió en un centro de espiritualidad y reforma monástica. Bernardo fue un ferviente promotor de la vida contemplativa, el ascetismo y la devoción a la Virgen María, y sus enseñanzas teológicas tuvieron un impacto duradero en la Iglesia. Aunque nunca fue Papa, su influencia en la Iglesia fue comparable a la de un pontífice, asesorando a papas, monarcas y líderes de su tiempo, y siendo un defensor de la ortodoxia frente a las herejías.

Canonización y Legado

San Bernardo de Claraval fue canonizado en 1174, tan solo 21 años después de su muerte, por el Papa Alejandro III, debido a su vida de santidad y su extraordinaria contribución a la Iglesia. Fue proclamado Doctor de la Iglesia en 1830 por el Papa Pío VIII, un título que reconoce su sabiduría teológica y su influencia perdurable. Su legado incluye una vasta obra escrita, con tratados teológicos, sermones y cartas que aún hoy son estudiados y venerados. La Orden Cisterciense, que él ayudó a expandir, sigue siendo una presencia importante en la vida monástica de la Iglesia. Su devoción a la Virgen María también dejó una huella profunda, promoviendo la figura de María como Mediadora y Abogada, conceptos que influyeron en la piedad mariana de la Iglesia.

Exilio y Muerte

Aunque San Bernardo no vivió en un exilio literal, en sus últimos años experimentó un cierto “exilio espiritual” debido a la fatiga y los conflictos que enfrentó, especialmente tras el fracaso de la Segunda Cruzada, que él había predicado con tanto fervor. La derrota y la consecuente desilusión fueron un duro golpe para él, ya que muchos le culpaban por el desastre. Este período fue un tiempo de prueba y sufrimiento personal, aunque nunca perdió su fe ni su confianza en la providencia divina. San Bernardo murió el 20 de agosto de 1153 en Claraval, a la edad de 63 años. Su muerte marcó el fin de una era para la Orden Cisterciense, pero su espíritu y sus enseñanzas continuaron inspirando a generaciones de cristianos. Su memoria perdura como un símbolo de devoción, reforma y amor inquebrantable por la Iglesia.

San Bernardo de Claraval es recordado no solo por su santidad, sino también por su influencia decisiva en la Iglesia medieval, su legado monástico, y su incansable defensa de la fe cristiana.

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