Un grupo de 15 países, encabezado por Dinamarca, reclama a la Comisión Europea fórmulas “innovadoras” para frenar las llegadas de migrantes a Europa. Proponen que la Unión Europea firme nuevos pactos migratorios, como los rubricados con Túnez —fondos europeos a cambio de que ese país impida las salidas—, y plantean “explorar” la creación, fuera de territorio comunitario, de centros para enviar a los solicitantes de asilo rescatados en el mar, en un modelo similar al controvertido que Italia quiere concretar en Albania y que va un paso más en la senda de externalizar todos los campos de la gestión migratoria.