Rosa Villacastín abandona el periodismo y se jubila: “Me voy con la espinita de no haber podido entrevistar a Javier Bardem”

Rosa Villacastín abandona el periodismo y se jubila: “Me voy con la espinita de no haber podido entrevistar a Javier Bardem”

Sesenta años al pie del cañón y una vida dedicada en cuerpo y alma a los medios de comunicación. Se marcha una grande del periodismo, a sus casi setenta y siete años de edad, Rosa Villacastín dice adiós a una profesión que se lo ha dado todo.

¿Se va con amargura o satisfecha del paso que da?

Me siento divinamente, me voy feliz. Con ganas de disfrutar de mi vida familiar con mi marido, Miguel Larrea, que lleva jubilado desde hace cuatro años, amigas, gozar de tiempo libre, porque he vivido siempre trabajando y ha llegado el momento de potenciar mi vida personal. Ya he desmontado mi casa de Madrid y todos los muebles van camino de la de Marbella. Mi marido lleva tiempo viviendo allí y, por fin, estaremos juntos todos los días. Que nadie piense que dejó esto porque sufro una enfermedad, no, estoy muy sana. Y ya me he apuntado a clases de pilates.

¿Y qué se le pasó por la cabeza el día que se despidió del todo?

Mire, tenía muy claro que cuando llegara a una edad me iría. Y es lo que he hecho. Ahora me toca vivir sin agobios, viajar, estar con mi gente, no depender de un trabajo. Hay vida después del periodismo.

¿Qué momentos de su profesión recuerda especialmente?

Muchos. Por ejemplo, todo lo que viví durante la Transición, el golpe del 23 F, la jura de la Constitución, mi paso de la política a la prensa del corazón, los momentáneos de Isabel Preysler, Marta Chavarri, Julio Iglesias, la baronesa Thyssen… Fueron años gloriosos, es que ahora no salen personajes tan importantes.

¿Vale más por lo que calla que por lo que ha contado?

Es bueno saber cosas que no puedes contar, pero que te valen para guardar, por si acaso, esa información. Lo importante es estar bien informada.

¿Qué personaje del “corazón” le trae mejores sensaciones?

A la Preysler y a Julio Iglesias les quiero mucho, pero también tuve mucha relación con Concha Velasco, Rocío Jurado…

¿Le queda alguna asignatura pendiente?

No haber podido entrevistar a Javier Bardem. Le admiro muchísimo, fui una gran amiga de Pilar, su madre, y me ha quedado la espinita de no hacer esa entrevista.