Ruta por el Londres más extravagante: de un museo con calaveras en un bar a la hora del té más lujosa

Ruta por el Londres más extravagante: de un museo con calaveras en un bar a la hora del té más lujosa

Samuel Johnson (1709-1784), el hombre que había preparado él solo un Diccionario de la lengua inglesa, que era capaz de escribir cien versos en un día —como su poema La vanidad de los deseos del hombre—, que dominaba el latín, el francés y el italiano, que editó toda la obra de Shakespeare, esta cumbre de las letras inglesas del siglo XVIII, pese a todas sus ocupaciones, dijo que acabó cediendo al pecado de la pereza, trabajando solo unas horas por las mañanas, porque dedicaba la tarde a pasear por Londres —según él, el mejor lugar del mundo— y la noche a acudir a una taberna a beber vino.

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