Sanxenxo, su refugio

Sanxenxo, su refugio

Considerado unos de los enclaves turísticos más populares de Galicia, el pueblo costero de Sanxenxo ha pasado de ser una tranquila villa de pescadores a convertirse en uno de los destinos más populares de la Rías Baixas y Galicia. Debido a una conexión extraordinaria y un microclima durante todo el año, atrae cada verano a decenas de miles de turistas llegados de todos los puntos de España. En los últimos años, además, cuenta con una visitante de altura que ha colocado, todavía más si cabe, a esta localidad de O Salnés en el mapa mundial. En agosto de 2020, antes de trasladarse a Abu Dabi, el padre de Felipe VI paró por última vez en esta villa pontevedresa. Fue un gesto cargado de significado. Se trató de una cena con su círculo más íntimo, el que le acogió tras su abdicación en 2014 cuando su agenda se vació y los escándalos le empezaron a acorralar. Aquí, Juan Carlos I ha encontrado la paz practicando uno de los deportes que más le gusta: la vela. También ha contado con la discreción de este grupo de amigos, que le han ayudado a mantener un perfil cada vez más bajo a medida que sus visitas se han normalizado ya que cada vez son más discretas y despiertan menos interés por la normalización de las mismas.

La primera visita a Sanxenxo desde que fijó su residencia en Abu Dabi en 2020 fue en mayo de 2022, un viaje muy mediático, con recepciones y declaraciones públicas que no fueron bien recibidas en la Casa Real. Y es que lejos de realizarse sin levantar ruido, el anuncio de su regreso congregó a decenas de periodistas llegados de todas las comunidades para presenciar en directo el regreso del anterior Jefe del Estado tras dos años fuera de España. Don Juan Carlos se alojó entonces en la casa de su amigo Pedro Campos, presidente del Real Club Náutico. A su llegada a la vivienda con vistas a la ría, los curiosos que se congregaron para recibirle le gritaron ¡Viva España! y ¡Viva el Rey! Su primera aparición reveló el estado de salud en el que se encontraba el Monarca tras meses fuera de España. Apareció con bastón y necesitó ayuda para moverse. Juan Carlos I, que llevaba sin competir desde una regata celebrada en la ría de Pontevedra en el año 2019, no disputó la prueba, pero sí navegó unas cuatro horas en el barco de acompañamiento. Emocionado por el recibimiento, al día siguiente se trasladó a Pontevedra para acudir al partido de balonmano de su nieto. Su exposición mediática no gustó en Zarzuela dado que se le había pedido que mantuviera un perfil bajo y sucedió todo lo contrario, ya que el anterior Jefe del Estado se dejó ver y preguntar por todos los curiosos que se acercaron hasta la villa gallega. De hecho, tres palabras -un «explicaciones, ¿de qué?»- originaron una tormenta que derivó en un fuerte ruido político hace cuatros años.

Al día siguiente, antes de su regreso a Abu Dabi en avión privado desde el aeropuerto de El Peinador en Vigo, Don Juan Carlos mantuvo una reunión en Zarzuela con su hijo, Felipe VI. En una visita de once horas de duración que permitió a padre e hijo mantener «un amplio tiempo de conversación» y se abrió incluso la posibilidad de que volviese a residir en España. En un comunicado, señalaron que su lugar de residencia «de forma permanente y estable» era E[[LINK:EXTERNO|||https://www.larazon.es/espana/20220607/rhgb4lrcm5awnik6ov7urltaam.html|||miratos Árabes «por razones personales»]], remarcando su decisión de organizar su [[LINK:EXTERNO|||https://www.larazon.es/espana/20220524/ukdvew7barhwfgeka3bzxmoqpa.html|||«vida personal y su lugar de residencia en ámbitos de carácter privado».]]

Don Juan Carlos tomó nota de las palabras de su hijo y las posteriores visitas se realizaron de un modo bastante más discreto. En 2023, en cambio, el silencio se impuso. El alcalde de Sanxenxo Telmo Martín, que en las anteriores visitas atendía a los medios, se mantuvo en un segundo plano y no confirmó el viaje. Tampoco Pedro Campos, su gran amigo que lo aloja durante sus escapadas ni las personas de su entorno ni el Real Club Náutico de Sanxenxo como entidad se pronunció sobre esta visita, una enorme diferencia.

En Galicia, el anterior Jefe del Estado disfruta de la gastronomía, de la compañía de sus amigos y su pasión por el deporte de vela. Es muy común que se traslade hasta la cercana villa pesquera de O Grove para disfrutar de los exquisitos manjares de Galicia en el restaurante D’ Berto. La última vez que estuvo en Sanxenxo fue el pasado 16 de mayo. Fue su tercera visita en lo que va de año y pasó cinco días de ocio con sus amigos, visitas familiares y tan solo dos jornadas de navegación.

Despejado su horizonte judicial, sus visitas a España son cada vez más periódicas y discretas. No solo visita la comunidad de Galicia. En estos años también ha hecho varias paradas en Vitoria para someterse a revisiones médicas con su especialista, Eduardo Anitua. Y, además, pasa largas temporadas en Ginebra, donde reside su hija. Además, allí cuenta con varios amigos de cuando estudió en Friburgo y pasaba los fines de semana con su abuela la Reina Victoria Eugenia, en Lausana. En Madrid ha participado en la fiesta con motivo de la mayoría de edad de la Princesa; para almorzar con su familia por el 60 cumpleaños de la Infanta Doña Elena; para asistir a la boda de José Luis Martínez Almeida y Teresa Urquijo o en el funeral de Fernando Gómez-Acebo.