Sin soluciones reales contra la inmigración

Sin soluciones reales contra la inmigración

A Pedro Sánchez le ha costado sacar un hueco de su apretada agenda vacacional para reunirse unos minutos con el presidente canario Fernando Clavijo. Finalmente, la cita se celebra hoy en la isla de La Palma con el fin de abordar la situación migratoria por la que atraviesa el archipiélago, epicentro de la crisis que atraviesa nuestro país que afecta también a otros territorios por el impacto de un flujo de gentes desesperadas desde África hacia nuestras costas. Sánchez conocerá el informe de situación de quien dirige la administración que se encuentra en primera línea y también sus necesidades y demandas para responder de una manera adecuada, ordenada y humanitaria a tantas personas que se echan al mar en manos de las mafias. La inquietud del presidente por la presión desbocada que se padece y el estado de los profesionales y de las instalaciones de acogida ha resultado digamos que relativa. Lo han refrendado sus actos. Días de descanso en Lanzarote y su desasosiego y su ansiedad por las consecuencias del colapso han sido insuficientes para que se decidiera a revisar y conocer en persona el estado de los medios materiales y humanos del dispositivo de atención. Si por sus actos los conoceréis, cualquiera podría pensar que Sánchez, más que gestionar la emergencia y desarrollar políticas que den salidas a un problema que ya es crónico, lo instrumentaliza en su interés contra el PP como tantos otros de la agenda pública. No hay remedios sencillos para problemas complejos y pocos de tan enorme dificultad, con tantísimas aristas y variantes, como el de millones de personas dispuestas a jugarse la vida por la promesa de un mundo mejor o al menos la esperanza de alcanzarlo. Otra circunstancia es que años y años de esfuerzos, millones y millones de euros después, medios y más medios entregados a los países de origen con toda clase de programas de ayuda al desarrollo y de asistencia técnica, logística y de seguridad, miríadas de leyes y reglamentos, dé la sensación de que los progresos son del todo insuficientes, que la corriente de los necesitados va a más, que el negocio del tráfico de seres humanos resulta cada día más boyante y, en resumidas cuentas, que se ha fracasado en el intento de erradicar o minimizar la tragedia global. Esta mácula deshonrosa no nos corresponde en solitario, también lo es de Europa, sobre todo de Europa, además de a los estados africanos con su parte alícuota de responsabilidad, rayana en la complicidad en algunos casos. Se habla de emergencia migratoria y en efecto lo es y este Gobierno incapaz y negligente debería haber convocado a las comunidades hace meses, pero prefiere difamar a Feijóo con sus patrañas. Una política migratoria integral y ordenada, con recursos, parece inviable desde hace décadas, y ahora además se macera en la inmoralidad de la izquierda. Mientras Sánchez viaja a África para lo de siempre y con los resultados de siempre, sabemos que la inmigración ilegal se ha duplicado en España y se ha triplicado en Canarias hasta junio.

Please follow and like us:
Pin Share