La sonrisa tiene un poderoso impacto en nuestra salud y bienestar. Al sonreír, liberamos endorfinas y otras hormonas relacionadas con la felicidad que nos hacen sentir menos estresados y mejoran nuestro estado de ánimo.
No veo mejor manera de mostrarnos al mundo que sonriendo: un lenguaje universal que abre puertas. La sonrisa es la herramienta más efectiva (además es gratuita) para mejorar nuestros vínculos sociales y profesionales.
Celebramos hoy el Día Mundial de la Sonrisa, una iniciativa creada en 1999 por Harvey Ball, el artista que creó el icónico símbolo «Smiley Face» o «Carita Feliz».
En un mundo de desafíos y estrés, una simple sonrisa puede ser un poderoso remedio para mejorar nuestra vida y la de quienes nos rodean.
El objetivo de cada ser humano es simple: llevar alegría a los que la necesiten: ser feliz y hacer felices a los demás. Ese es el secreto de la vida.
Un estudio llevado a cabo por las psicólogas Tara Kraft y Sarah Pressman, concluyó que la risa tiene un efecto en el cuerpo a un nivel químico, que provoca en quien sonríe un bienestar físico de 24 horas de duración. Pero además de ese bienestar, mejora las relaciones humanas, algo también fundamental ya que la sociabilidad nos ayuda a su vez a vivir mejor porque interactuar con otros seres humanos favorece nuestra salud. También hay estudios que certifican que vive mejor y más años con salud quien sonríe aunque no todo esté a su favor.
Quien actúa, pelea, toma decisiones, se esfuerza, lucha, se atreve a vivir como siempre soñó, a apasionarse con la vida, a disfrutar de cada una de las diferentes experiencias con una sonrisa, es quien aprende de las equivocaciones y ante las adversidades en vez de buscar culpables: crece, mejora y se adapta.
¡Sonríe! porque genera seguridad en uno mismo y en los demás, y porque puedes iluminar el día de los que te miran.
