Starmer trata de dar confianza a los británicos y reitera su promesa de no subir los impuestos

Starmer trata de dar confianza a los británicos y reitera su promesa de no subir los impuestos

El líder del partido laborista británico, Sir Keir Starmer, presentó ayer su manifiesto político para las elecciones del 4 de julio con el viento de cola. Una encuesta de YouGov situaba la popularidad del primer ministro, Rishi Sunak, bajo mínimos con apenas un 21% de los encuestados a favor del dirigente conservador, que nunca ha sido popular, pero que en los últimos meses ha visto cómo sus apoyos se han desplomado. El laborista consciente de que el talón de Aquiles de la izquierda es su credibilidad económica presentó un programa en el que prometía devolver a Reino Unido a la senda del crecimiento económico. ¿Cómo? Su fórmula se asienta en un «estricto control del gasto público» para mantener bajos los niveles de inflación y los tipos de interés.

En un acto en Manchester, la segunda capital económica de Reino Unido, aseguró que sus iniciativas estarán «debidamente» financiadas por los ingresos del Estado sin recurrir a una deuda adicional y en cumplimiento de una rigurosa disciplina fiscal.

Starmer dedicó parte de su intervención a desmentir una subida generalizada de los impuestos. En el cara a cara con Sunak, el primer ministro aseguró que los laboristas subirían a las familias británicas una media de 2.000 libras anuales (2.370 euros) la presión fiscal. El dirigente laborista reiteró ayer su negativa a aumentar los impuestos a la clase trabajadora: ni el impuesto sobre la Renta, ni el IVA y ni las contribuciones a la seguridad social se tocarán bajo su mandato. Otra cosa es el impuesto sobre el patrimonio o la educación privada. Starmer es el primer miembro de su familia que estudió en la universidad y asegura que nadie mejor que él sabe el poder de la educación para progresar, por eso, quiere retirar la exención del IVA a las matriculaciones de los colegios privados para destinar esos recursos a una mejor educación pública.

Starmer, vestido con camisa blanca y corbata beis, insistió que el Partido Laborista «ha cambiado bajo su mandato» alejándose de las posiciones más radicales abanderadas por su predecesor Jeremy Corbyn. En un intento de ganarse de la confianza de los más escépticos con la agenda del político socialdemócrata, aseguró que el crecimiento económico “es el medio y el fin de cara a una renovación nacional” tras 14 años de mandato conservador.