Valencia, Alicante y Castellón: tres estrategias distintas frente a la normativa antipolución

Valencia, Alicante y Castellón: tres estrategias distintas frente a la normativa antipolución

El concejal de Tráfico del Ayuntamiento de Valencia, Jesús Carbonell, explicó ayer que la normativa de la zona de bajas emisiones (ZBE) contempla la prohibición de la circulación de forma progresiva a los vehículos sin etiqueta medioambiental. Así, durante todo 2025 se aplicará solo de forma informativa, sin sanciones.

En 2026 los vehículos que no tengan etiqueta ambiental (la denominada etiqueta A) y procedan de otras provincias no podrán entrar en la ciudad. En 2027, la prohibición alcanzará también a los de fuera de la ciudad; y el 1 de enero del 2028 la prohibición llegará también para los vecinos de la propia ciudad.

En la ciudad de Valencia hay a día de hoy un total de 132.016 vehículos sin etiqueta ambiental. Si bien las cámaras de control de tráfico han detectado que por la ciudad solo circulan realmente 36.000 vehículos de estas características, de los cuales, solo 16.000 pertenecen a vecinos de la ciudad de Valencia, cifra que se supone que se habrá reducido en 2028.

La ordenanza en la capital del Turia comprende dos zonas de bajas emisiones, una más laxa que abarca toda la ciudad y otra más sensible que es la actual APR de Ciutat Vella, que conserva los criterios existentes en la actualidad y se sobreponen a los de la zona de bajas emisiones genérica. La zona de bajas emisiones más amplia es el círculo que marcan la Ronda Norte, avenida de Taronger, Serrería y Ronda Sur. En ese anillo habrá 278 cámaras controlando el acceso de vehículos. La infracción de la norma será de carácter grave y comportará una sanción de 200 euros.

El concejal Carbonell explicó que la normativa se aplicará de forma «blanda» porque el Ayuntamiento es conocedor de que la medida afecta más a la gente con menos recursos.

Por lo tanto, el 1 de enero de 2028 los vehículos de gasolina que tengan más de 28 años y los diésel de más de 22, no podrán circular. De estas prohibiciones se excluyen los vehículos afectos a autónomos y empresas «con el objeto de defender los derechos laborales». También los vehículos de minusválidos o los de familias numerosas. Todos ellos deberán inscribirse en un registro de vehículos excepcionados.

Los titulares de aquellos que no puedan circular a partir del 1 de enero podrán hacer 48 excepciones al año, lo que viene a ser una vez por semana. Y para ello deberán solicitar anualmente dichas autorizaciones. También dispondrán de un título de transporte gratuito en la EMT de dos años de validez, o hasta la compra de un vehículo nuevo.

La normativa no está previsto que afecte a los vehículos con etiqueta B. Además, el concejal dijo que está contemplado desarrollar aparcamientos disuasorios que realizará la Conselleria y que el Ayuntamiento también dispondrá de espacios de aparcamiento.

Alicante

En Alicante, la ZBE no contempla sanción alguna ni restricción para la circulación por el centro de la ciudad, dado que el Partido Popular, capitaneado por el alcalde, Luis Barcala, así lo decidió para conseguir el apoyo de Vox para aprobar los presupuestos municipales de 2024.

El propio Ayuntamiento, vía comunicado de prensa, informó en su día que al aprobar la ordenanza se cumplía con la normativa europea, impuesta para municipios de más de 50.000 habitantes, pero «sin restringir los derechos fundamentales de los alicantinos y protegiendo la economía local», principalmente en las zonas afectadas, algo que Barcala ha defendido en diversas ocasiones al alegar que poder acceder en coche al centro beneficia al comercio.

La ZBE alicantina tiene un anillo interior que bordea el centro tradicional, entre Alfonso El Sabio, la zona Marvá-Soto-Gadea, el monte Benacantil y la franja litoral. El segundo es un anillo exterior que va desde la Gran Vía, la avenida de Dénia y el mar. Al no existir régimen sancionador, la entrada de vehículos catalogados como contaminantes dependerá de la responsabilidad de cada conductor.

Castellón

La Zona de Bajas Emisiones en Castellón se aplicará a partir de 2026. En este caso no se restringe la circulación de vehículos que no lleven etiqueta medioambiental al centro de la ciudad, sino que se están ejecutando obras para reducir el tráfico en el área delimitada dejando más espacio para los peatones y creando zonas verdes.

El anterior equipo de Gobierno local, que dirigía la socialista Amparo Marco, prohibía el acceso al tráfico en 745.000 metros cuadrados de suelo urbano. El proyecto ha sido modificado por la alcaldesa popular Begoña Carrasco, de tal manera que, siguiendo la normativa europea y el aprovechamiento de los fondos europeos recibidos, se permita su circulación con limitaciones. Con la propuesta actual, podrá entrar cualquier vehículo siempre que sean residentes o se dirija a un aparcamiento. Además, se incentivará el uso de los aparcamientos disuasorios y los autobuses lanzadera.

Solo en los casos de altos niveles de contaminación ambiental o acústica quedarán cerrados determinadas calles. Además, se han aprobado dos millones de euros en ayudas directas a los comercios afectados por las obras de la ZBE.