Yolanda Díaz firma su fracaso al dejar el liderazgo de Sumar en tres meses

Yolanda Díaz firma su fracaso al dejar el liderazgo de Sumar en tres meses

El 23 de marzo de este año, Yolanda Díaz era ratificada con una escasa participación como coordinadora general de Sumar. Solo tres meses después, la líder del partido firma oficialmente su dimisión del cargo. La vicepresidenta segunda reunía ayer al máximo órgano de dirección y decisión entre Asambleas Generales para dejar el liderazgo del partido como consecuencia del batacazo electoral que sufrió su formación el pasado 9J, el cuarto tras los malos resultados en Galicia, País Vasco y Cataluña.

La dimisión de Díaz supone su propio fracaso político al dejar los cargos de su proyecto más personal –el que ella misma había fundado–, después de haber transitado por Izquierda Unida, AGE, En Marea y Unidas Podemos. Díaz ha ocupado el cargo más tiempo como líder provisional –desde que anunció el arranque de su proceso de escucha que después desembocaría en el paraguas para los partidos a la izquierda del PSOE en julio de 2022– que como líder oficial del partido fucsia. La ministra defendía ayer en una entrevista en «La Hora de la 1» que era muy poco habitual en política dimitir para asumir las responsabilidades, a pesar de que se trata de una dimisión a medias, puesto que seguirá como vicepresidenta del Gobierno y en la Ejecutiva del partido. También justificaba su continuidad en el Gobierno porque «Sumar es el alma del Gobierno». Su labor, asegura, será la de ser «pieza de estabilidad» en el Ejecutivo. Además, la Coordinadora de Sumar, mandató ayer a la vicepresidenta de coordinar la acción de Gobierno con el compromiso del desarrollo de unos puntos programáticos: la vivienda como derecho, la reducción de la jornada laboral, la subida de los salarios, la reforma fiscal, la garantía de derechos sexuales y reproductivos, la mejora de las prestaciones y cuidados, la garantía de la paz y la reindustrialización verde. Esa será, aseguran fuentes de Sumar, la labor de la vicepresidenta. Aunque queda por saber el cargo que ocupará Díaz en la Ejecutiva. Fuentes del partido señalan que será un “cargo simbólico”.

El de Díaz, ha sido un liderazgo fugaz en el espacio de la izquierda como partido mientras que su fortaleza como vicepresdienta continúa adelante. Es en lo que la vicepresidenta buscaba centrarse, al detectar que su figura como vicepresidenta estaba quedando opacada por las dinámicas internas con los partidos. El partido queda ahora huérfano de mandatario, pero de manera transitoria hasta designar una nueva jefatura. La pregunta más inmediata es si Sumar continúa en pie tras la salida de Díaz o si el partido que nació con el objetivo de ser un espacio aglutinador puede sobrevivir sin el hiperliderazgo que había generado la vicepresidenta.

Para evitar la disolución de la formación, la coordinadora del partido se apresuró en designar una dirección transitoria -una comisión colegiada- que se encargará de pilotar el proceso sucesorio en la formación y de generar una reflexión junto al resto de partidos que apoyan Sumar que, la formación espera que sea «tranquila», «pausada» y «serena». Concretamente, la Ejecutiva elevó su propuesta de dirección transitoria a la coordinadora en una reunión en la sede del partido en la que nombró a cuatro miembros de la Ejecutiva como responsables de Sumar. Así, el partido pasa de un liderazgo único a una dirección interina con cuatro voces. Lara Hernández, actual secretaria de Organización; Elizabeth Duval, su homóloga en comunicación; Txema Guijarro como enlace del partido con el Congreso, donde es secretario general del Grupo Parlamentario; y Rosa Martínez, para llevar la coordinación entre el partido y el Gobierno. Todo ello, a pesar de que será la vicepresidenta Yolanda Díaz la que seguirá coordinando la acción de los ministros de Sumar en el Gobierno; Ernest Urtasun (Cultura); Mónica García (Sanidad): Sira Rego (Juventud e Infancia); y Pablo Bustinduy (Derechos Sociales).

En principio, esta dirección colegiada estará vigente hasta una próxima asamblea que se espera para otoño, cuando la formación ya haya adelantado la tarea de la sucesión. Además, del análisis sobre la debacle de la izquierda, la formación deberá afrontar un largo debate con los principales partidos que hasta ahora arropan a Sumar. Más Madrid, IU y los comunes, entre otros, quienes han dejado claro ya que, la dimisión de Díaz supone «un antes y un después» en el futuro de la izquierda. Y es que, estos partidos creen que ahora, Sumar ya no es el partido hegemonizante de la izquierda y es por eso que definen abiertamente ya como «un partido más» que «no tiene legitimidad» para seguir siendo el «paraguas» que aglutina a todas las formaciones de izquierda.